Thursday, September 27, 2012

 
EN ESPAÑA ACABA DE MORIR SANTIAGO CARRILLO,
EL COMUNISTA GENOCIDA DE PARACUELLOS, 
IMPUNE, SIN HABER SIDO JAMAS JUZGADO 
 Y EN COMPLETA TRANQUILIDAD.




El pasado martes 18 de septiembre ha muerto en Madrid, a los 97 años de edad y durante el sueño, el genocida comunista Santiago Carrillo (1915-2012), probable autor intelectual de la feroz matanza genocida de Paracuellos de Jarama en 1936, durante la Guerra Civil Española. Este negro episodio de dicho conflicto bélico, convenientemente relegado al olvido por la prensa, el cine y la literatura progresista, significó el fusilamiento sistématico y planificado de entre 2.500 y 4.200 personas en este sector a las afueras de Madrid (en ese instante bajo administración republicana izquierdista), a  lo largo de  casi un mes por obra de tropas izquierdistas (socialistas, comunistas y anarquistas), sin juicio previo y que se encontraban encarceladas por el simple hecho de no compartir su ideología. Las matanzas se realizaron aprovechando los traslados de presos de diversas cárceles madrileñas, conocidos popularmente como "sacas", llevados a cabo entre el 7 de noviembre y el 4 de diciembre de 1936, mientras se enfrentaban las tropas republicanas y franquistas por el control de Madrid. Entre las víctimas se encontraban profesionales de familias conservadoras y católicas (Abogados, médicos, jueces, periodistas, escritores y dramaturgos, y hasta un futbolista) , militares que habían participado en la sublevación libertaria franquista,o que no habían aceptado  incorporarse  a la defensa de la causa izquierdista, falangistas, religiosos, militantes de la derecha, burgueses y supuestos partidarios de Franco , todos encarcelados desde hacía varios meses y  custodiados sin amparo legal ni acusación formal.



Los presos extraídos de las prisiones lo fueron a partir de listas elaboradas por la Dirección General de Seguridad de la Junta de Defensa de Madrid, organismo administrativo izquierdista a cargo del general José Miaja, de la que dependía la Consejería de Orden Público, a cargo precisamente de Santiago Carrillo Solares, a la sazón comunista de 21 años de edad.
Varios historiadores han analizado las responsabilidades de Carrillo en estas matanzas. Si bien éste comunista habría sido lo suficientemente previsor como para no dejar firmas suyas en documentos incriminatorios, al punto que no se ha podido verificar quién ordenó estas matanzas y posteriores inhumaciones en fosas comunes  que se repitieron casi diariamente durante un mes , varias evidencias apuntan hacia grados de responsabilidad de Santiago Carrillo. Así, el más respetado historiador de este suceso, el irlandés Ian Gibson en su libro "Paracuellos del Jarama ¿cómo fue?", un socialista que recientemente llegó a opinar en una entrevista "Paracuellos fue terrible, pero lo entiendo" (?) lo que deja en claro su visión parcial y benevolente del tema, llega a escribir que es difícil que Santiago Carrillo no estuviese enterado de las matanzas de prisioneros que se habían producido los primeros dos días (7 y 8 de noviembre) , de la cual fue informado personalmente por el cónsul de Noruega en Madrid Félix Schlayer (quien escribió otro libro al respecto), pero prefirió hacer la vista gorda acerca de las ejecuciones que continuaron las semanas siguientes.
Un grande de la literatura actual, César Vidal, en "Paracuellos-Katyn" (2005) recoge testimonios publicados que incriminan directamente a Carrillo como quien ordenó las masacres, como los de Jesús de Galíndez (activista vasco que luchó por los republicanos en  Madrid y estuvo alli en la época ) y un documento del archivo soviético recientemente liberado y firmado por el importante dirigente Dimitrov.
Todos los historiadores que han estudiado los hechos concuerdan en la evidente responsabilidad del Partido Comunista, fuerza mayoritaria en el Madrid sitiado del otoño de 1936, a agentes soviéticos stalinistas asesores de los republicanos en España como Mijail Koltsov y Alexandr Orlov (posibles ideólogos de la medida, tan apreciada por Stalin en su propia nación).
Pese a todo ello, Carrillo nunca  fue llevado a juicio por su tremenda responsabilidad personal , gracias a la eterna ingenuidad de la derecha  en pos de la "reconciliación" a inicios de la democracia española, período en que Adolfo Suárez lo recibió del exilio y accedió a legalizar el Partido Comunista en España (1977). Menos aun iba a ser  molestado en los años siguientes por el PSOE gobernante, y en 1985 Carrillo decidió retirarse tranquilamente de la política y dedicarse a observar la actualidad y opinar sobre ella, con total tranquilidad y sin ser perseguido implacablemente hasta la muerte como nuestro general Pinochet. Nunca se declaró culpable de nada, menos aun se arrepintió, y murió tranquilamente con su sucia conciencia como único apremio.Cuando descendientes de las miles de victimas de Paracuellos intentaron llevarlo a juicio en 1998, surgió oportunamente la despreciable figura del juez Baltazar Garzón, quien, al mismo tiempo que perseguía al General Pinochet, rechazò con ironía abrir un juicio contra Carrillo alegando nada menos que "mala fe procesal" y "abuso del derecho"por parte de los denunciantes, por lo que no admitió recurso alguno contra la resolución, el muy hijo de puta. Aunque poco después  no tuvo mayor escrúpulo para intentar abrir juicios contra supuestos crimenes franquistas, incoherencia que en definitiva le costó la remoción del Poder Judicial por parte de la Corte Suprema española hace un par de años, para felicidad de la justicia.
Es de esperar que, al menos al instante de fallecer, a la salida del tunel sea recibido,previo a un seguro pasaje al Infierno, por las almas de los millares de muertos productos de su responsabilidad de hace 76 años atrás.
Santiago Carrillo, otro jerarca comunista que muere tranquilamente y sin ser molestado, disfrutando en completa impunidad sus años de vejez tras una vida de crimenes, gracias a la ingenuidad y negligencia de la gente de derecha que no busca justicia ni reparación para sus víctimas , al igual que ocurrió previamente con  la bestia humana de Honecker hace 18 años, y con su esposa Margot hoy en dia.

Un completo análisis de los hechos Matanzas de Paracuellos en Wikipedia.

Sunday, September 23, 2012

 
UNA NOTICIA QUE A LA JERARQUIA CATOLICA
NO PARECE IMPORTARLE MUCHO



El pasado 11 de septiembre ocurrió un preocupante acontecimiento que, pese a su gravedad, no requirió mayor cobertura por parte de la prensa (en proporción a su gravedad) ni tampoco mayor comentario de parte de los principales afectados, esto es, la Jerarquía católica chilena. La noticia fue presentada de esta forma por la prensa: "El Gope de Carabineros desactivó un artefacto incendiario instalado en el tercer confesionario de la Catedral Metropolitana, ubicada frente a la Plaza de Armas de Santiago.

Según informó la policía, se trataba de un bolso negro que contenía un bidón con 5 litros de combustible y "clorhidrato de topacio con iniciador de timer eléctrico, conectado a una batería y una ampolleta sin camisa con filamentos al aire".

El aviso de bomba se había dado durante la tarde de este martes, lo que movilizó a los efectivos policiales, quienes activaron un operativo de seguridad.

En ese sentido, se dispuso el acordonamiento del templo para permitir las pericias de los efectivos policiales.

Por lo mismo se efectuó la evacuación del recinto católico. "


Esta lacónica información no mereció mayor comentario, preocupación pública ni menos aun crítica, de parte de Ezzati ni de la conferencia Episcopal. No es más grave, ni le causa al parecer mayor indignación, a los obispos chilenos, que sectores de izquierda coloquen una bomba que pudo haber matado a un feligrés al interior de la Catedral,que la molestia pública que le causa a estos obispos el salario mínimo o el lucro que irrita tanto a sectores comunistas. Lejos ellos de condenar a violentistas, aunque éstos atenten contra la propia iglesia (recordemos su indiferencia el año pasado ante el intento de incendio y los rayados en la Iglesia de la Gratitud Nacional durante una "protesta por la educación"),y lejos de expresar la neoblasfemia de llamar "terrorismo" a estos actos. Tal vez eso ocurra porque aun les pesa en su conciencia la ayuda cómplice que organismos dependientes de la Iglesia Católica, como la Vicaría de la Solidaridad presidida por el abusador Precht, prestó en los años 80 a terroristas de izquierda que provocaron 140 muertes y 426 heridas graves a chilenos, civiles y militares, sólo entre 1980 y 1990. producto de sus actividades terroristas.

Friday, September 14, 2012

 
LAS VERDADERAS VICTIMAS OLVIDADAS DEL 11 DE SEPTIEMBRE DE 1973: LOS MILITARES ASESINADOS POR EXTREMISTAS ESE DIA

FALLECIDOS DEL EJÉRCITO DE CHILE

 En Santiago de Chile Sgto. 2º WALDO NOELL MORALES/IBANEZ y Suboficial RAMON TORO IBAÑEZ Muertos por impacto de bala en cerco del Palacio La Moneda.(Waldo Noell Morales/Ibañez, o viceversa, o sólo Ibáñez o sólo Morales, apellido/s que difieren en algunas publicaciones)
 Cabos 2º HUGO MORA NARVAEZ, AGUSTIN LUNA
BARRIOS y LUIS CASTILLO ASTORGA.
 Soldados Conscriptos SERGIO ESPEJO PLAZA, JOSE SAN JUAN NAVEAS y JUAN SEGURA SEPÚLVEDA. Muertos por enfrentamientos con extremistas. -



FALLECIDOS DE LA FUERZA AÉREA DE CHILE

 En Santiago de Chile Sargento MARMADUQUE GONZALEZ NÚÑEZ Muerto por impacto de bala. -


FALLECIDOS DE CARABINEROS DE CHILE 

 En Antofagasta Mayor OSVALDO MARIO MUÑOZ CARRASCO y Capitán HECTOR JOSE DAVILA RODRÍGUEZ Con motivo del Pronunciamiento Militar del día 11 de septiembrede 1973, alrededor de las 12:20horas, el ex carabinero Schmidth Godoy, de ideas extremistas y que mantenía contacto con el Partido Socialista, al que le entregaba informes sobre armamento, personal, etc, ingresó repentinamente a la oficina del Capitán Subcomisario con el ánimo de tomarlo de rehén, para lo cual lo intimidó con el fusil SIG que portaba, como también al Mayor Comisario Muñoz Carrasco, que en eso momentos se encontraba en la oficina del Capitán Sr. Dávila Rodríguez conminándolos a alzar las manos para desarmarlos. Ante la rotunda negativa de estos, y la resistencia que pusieron ambos oficiales para desarmar a Schmidt, este les disparó a quemarropa causándoles la muerte.
 En Santiago de Chile Teniente RAMON JIMENEZ CADIEUX En circunstancias que el Tte. Jiménez Cadieux concurriera en un bus de Carabineros, a cargo del piquete PAC, en un operativo a la población La Legua (llamada "Batalla de La Legua"), fue alcanzado por un proyectil disparado por un extremista en Gran Avenida,  frente a la Municipalidad de San Miguel, el que le impactó en la cabeza, ocasionándole una muerte instantánea.
 Sargento JOSE HUMBERTO WETLING WETLING Miembro de la Prefectura Presidente Aguirre Cerda, 12ª Comisaría San Miguel. En circunstancias que se encontraba de servicio como practico en primeros auxilios, en la ambulancia nro. 2 del Hospital de Carabineros, y pese a los enfrentamientos que se producían a raiz del Pronunciamiento Militar, ingresaron a la población La Legua con la finalidad de rescatar y trasladar a los carabineros heridos en dichos sucesos, momentos en que el vehículo fue atacado con armas de fuego, falleciendo al ser alcanzado por los proyectiles (en la llamada "Batalla de La Legua"). (existe Wettling con “doble t” en una publicación)
 Sargento ANSELMO AGUAYO BUSTOS De la Prefectura N. 10 Rural, 6ª Comisaría San Bernardo. Siendo el jefe del 4. Turno, se dirigió hasta el parque de estacionamientos de camiones del Fundo El Peñón, ubicado en el kilómetro 19 de la Carretera Panamericana Sur, y sorpresivamente y con alevosía fue atacado por un grupo de extremistas los cuales lo agredieron con elementos contundentes, además de dispararle con su propio revolver y herirlo con su sable de servicio, ocasionandole la muerte de manera inmediata.
 Cabo 1º ORLANDO ESPINOZA FAUNDEZ De la Prefectura Nº 14, 4ª Comisaría Talca. En circunstancias que el Cabo 1° Elmo Hugo Soto Torres, se encontraba de servicio en el Retén Paso Nevado, fiscalizó a un grupo de individuos que se movilizaban en vehículos fiscales en dirección a las plantas hidroelectricas Los Cipreses e Isla y a las compuertas Laguna del Maule. Sorprevisamente dichos sujetos atacaron el referido destacamento, ante lo cual el jefe de retén, Cabo 1° Orlando Espinoza Faúndez, pese a la superioridad numérica de los agresores, en forma decidida y valerosa repelió el ataque en defensa del cuartel, falleciendo posteriormente el día 19 de septiembre de 1973 en el Hospital de Talca, producto de las graves lesiones sufridas. Los extremistas fueron detenidos acusados de planear sabotajes a las plantas hidroeléctricas del sector. / En la localidad de Paso Nevado (Maule), muere producto de un enfrentamiento con extremistas que custodiaban a ex autoridades políticas del régimen de la UP, que trataron de alcanzar la frontera Argentina. (“La Verdad Olvidada del Terrorismo en Chile”, 1968-1996, El Libro de las Fuerzas Armadas y Carabineros en Condición de Retiro, 2007, Ed.Maye Ltda.)
 Cabo 2° ROBINSON ROJAS VILLANUEVA Muerto en enfrentamiento con terroristas.
 Carabinero MARIO BARRIGA ARRIAGADA Muerto por francotiradores extremistas.
 Carabinero PEDRO CARIAGA MATELUNA Agregado a la 11ª Comisaría, le correspondió defender dicho cuartel, al ser atacado por extremistas, siendo herido mortalmente por un francotirador.
 Carabineros Muertos en la llamada "Batalla de La Legua": MARTIN VEGA ANTIQUERA, RAUL LUCERO ARAYA (cae muerto luego de salvar la vida al Mayor Mario Salazar, que queda herido), JOSE APABLAZA BREVIS (alcanzado por un cohete RPG-7 que no estalló), JOSE MALDONADO INOSTROZA y JUAN HERRERA URRUTIA. (Martín Vega Antiquera/Antequera, y Raúl Lucero Araya/Aguayo, o sólo Aguayo o sólo Araya, difieren en ciertas publicaciones)
 Carabinero ESTEBAN MANUEL CIFUENTES CIFUENTES De la Prefectura General Santiago, Comisaría San Miguel. El día 11 de septiembre del año 1973, en circunstancias que integraba un operativo en la industria INDUMET, en donde un grupo de individuos fuertemente armados se negaban a deponer sus armas, pese a lo cual el personal de carabineros con arrojo, valentía y a riesgo de su propia integridad física, tomaron las ubicaciones para desarmarlos, instantes en que fueron atacados con armas de fuego resultando el carabinero Cifuentes herido de gravedad en diferentes partes del cuerpo, siendo trasladado a la posta central y posteriormente al Hospital de Carabineros, donde falleció el día 14 de septiembre de 1973. Carabinero FABRICIANO GONZALEZ URZUA Nació el 6 de junio de 1946, en Valparaiso, el segundo de 7 hijos del matrimonio de Ángel González Rivero y Violeta Urzúa Campos. Cumplió su servicio militar obligatorio en el Regimiento de Infanteria Motorizado N. 10 ”Pudeto” de Punta Arenas, siendo licenciado con valor militar. Se casó en 1966 doña Helia Helena Berrios, de cuya relación nació su mas preciado regalo que Dios puede otorgar, su hija Marcela Salome González Berrios. Ingresó a Carabineros contratado con fecha 16 de marzo de 1967. Aprueba el curso de formacion de carabineros de Orden y Seguridad, en el grupo de instrucción de Los Andes, egresando con el 2. lugar entre 67 alumnos. Integrante de la promocion bienio 1972-1973 del Centro de Perfeccionamiento de Suboficiales, unidad en que demostró su arrojo y valor en el Pronunciamiento Militar de 1973.Cumplió diversas comisiones de servicios dispuestas por el alto mando institucional, destacando: UNTAC III y el conflicto gremial en el Mineral El Teniente, en las que sobresalio por su entrega y espiritu de servicio. En 1974, el Supremo Gobierno le otorga la “Medalla al Valor”. El dia 2 de abril de 1977 en su homenaje, la Escuela de Suboficiales pasó a llamarse “ESCUELA DE SUBOFICIALES CARABINERO FABRICIANO GONZÁLEZ URZÚA”.
 Muerte de Fabriciano González, los hechos del 11 de septiembre de 1973 Fabriciano, conocido como “El Negro”, como le llamaban con cariño, integraba la 2ª Sección del Primer Escuadrón del Centro de Perfeccionamiento de Suboficiales, al mando del Teniente Sergio Jiménez, quienes el dia 11 de septiembre de 1973, habrían llegado alrededor de las 15:00 horas, en la intersección de las calles Jotabeche esquina Bernardo O´higgins en un dispositivo de seguridad. Ahora todo se hallaba en calma y reinaba un impresionante silencio. Dentro del bus los carabineros comentaban en voz baja los sucesos a medida que se escuchaban las comunicaciones radiales disponiendo el envió o movimiento del personal a distintos puntos de la ciudad. De pronto un equipo radial llamó a la central de radio comunicando de un carabinero caido en el sector de San Miguel, en un enfrentamiento con guerrilleros. La noticia conmocionó a la gente. Otro comarada de armas se sumaba a la lista de nuestros mártires caídos ese día. Pocos momentos despues se ampliaba la noticia: “los muertos eran dos, se trataban de los carabineros Martin Vega Antequera y Raúl Lucero Ayala”. Al oir esto, se hizo un silencio en el interior del bus, pero luego se reiniciaron las expresiones de solidaridad hacia los caídos y con mayor energia, la necesidad de acudir en refuerzo del camarada. En esos momentos el Carabinero Fabriciano González Urzúa, protestó diciendo que esta sección había sido siempre de pelea y que no podían permanecer inactivos, siendo sus palabras aprobadas por el resto, impulsando al Tnte. Jiménez a materializar esa idea que había estado dando vueltas en su pensamiento. Tomando el monófono,informó a la central de radio que el sector se hallaba en completa calma para luego solicitar instrucciones. La respuesta ansiada con espectación, les lleno de regocijo, que debían trasladarse a la calle Carlos Valdovinos con Carmen, y cooperar con el personal en el lugar. Ya en la Comuna de San Miguel, se les encomendo desalojar la fábrica INDUMET, que servía de refugio a numerosos extremistas , los que durante la operación realizada por efectivos de la prefectura sur, un par de horas antes, habian dado muerte al Carabinero Manuel Cifuentes Cifuentes. Apoyados por una sección Mowag, iniciaron el avance bajo nutrido fuego cruzado por parte de los extremistas. Los carros blindados eran sus escudos protectores, hasta que llegaron al portón de la industria, que fue derribado por los carros blindados, detrás de los cuales permitió que el personal ingresara. Una vez en el interior los Carabineros Ramón Gutiérrez Guerrero y Fabriciano González Urzúa, dando muestras de gran valor y arrojo, se adelantaron para proceder a abrir la puerta de un galpón, momento en que recibieron una descarga de fuego cerrada. Alcanzando en el rostro del carabinero Gutiérrez, este cayó gravemente herido. El carabinero González, comprendiendo que la vida de su camarada estaba en grave riesgo, no vaciló un instante en exponer su vida para tratar de rescatarlo de aquel lugar y ponerlo a cubierto. Arrastrándose, se fue acercando poco a poco al herido ante las miradas atónitas y ansiosas de sus compañeros, cuyos corazones latían violentamente esperando el desenlace que aquel sublime acto de arrojo y valentía. Sobre su cabeza cruzaban las balas de sus enardecidos adversarios. Cuando ya se encontraba cerca de su inaminado camarada de armas y todo parecia indicar que su acto de heroismo iba a ser coronado por el éxito, un grito de horror ahogo la boca de sus compañeros. Violentas sacudidas agitaron el cuerpo del “Negro Fabriciano”, al ser alcanzado por una ráfaga de ametralladora desde el interior de la bodega para luego permanecer inmóvil. Sus compañeros electrizados por su heroíco acto de cual habian sido mudos testigos, se lanzaron al ataque, aumentando su potencia de fuego para reducir a los extremistas y rescatar a sus heridos. Solo después de una enconada lucha lograron llegar a ellos que se encontraban inconscientes, trasladándolos luego al hospital institucional. Aunque gravemente herido, el Carabinero Gutiérrez logró salvar su vida. Sin embargo no tuvo la misma fortuna de su abnegado defensor, ya que tenia comprometido sus organos vitales, falleció en la madrugada del dia 14 de septiembre de 1973, no sin antes decirle un breve significado de palabras al capellán: “Mi capellán, yo ya cumplí con mi parte”. El alto mando institucional, como homenaje a su acto de heroismo y su espiritu de sacrificio y entrega hacia la Patria, le concedió en forma postuma la “Medalla al Valor” y el ascenso al grado mas alto de su escalafón: “Suboficial Mayor”. (www.carabineros.cl) -

 FALLECIDOS DE LA ARMADA DE CHILE

 Tenientes CARLOS MATAMALA y VÍCTOR PARADA. 
Cadete de la Armada ALIAN MURPHY. 
Marineros MANUEL YAÑEZ y CARLOS GONZÁLEZ.
 Marineros conscriptos muertos en Concepción MOISÉS PÉREZ, JUAN NUÑEZ y FERNANDO MONTENEGRO
Marinero MOISES PEREZ
Ex marino JORGE DROGUETT. (en función voluntaria) Incorporado como voluntario a una patrulla de Carabineros que efectuaba registros, fallecido en enfrentamiento con extremistas.
 GRAVEMENTE HERIDOS Sargento de Ejército Ramón Mella Diocares. Alumnos para suboficiales de Ejército Osvaldo Morales Gallardo y Guillermo Zien Godoy. Cabos de Ejército Víctor Garrido Barraza, Rosendo Rosales Poblete, Luis Garrido Salgado, René Patiño Gutiérrez, Guillermo Uribe Fernández y Carlos Riquelme Riquelme. Soldados de Ejército José Contreras Riquelme, Octavio Zuñiga Aguilera y Moisés Durán Santibáñez. Soldados conscriptos de Ejército Rafael Olivares Araneda, Mario Sepúlveda Gallardo, Luis Navarrete Torres, Pedro Valderrama Inostroza y Alejandro SalgadoVargas. Carabineros Mayor Mario Salazar, Cabo Pedro Muñoz, Carabinero Ramón Gutiérrez (¿muerto o herido?, difiere en algunas publicaciones), Carabinero José Pérez y Carabinero enfermero René Catrilef.

 ATAQUE AL RETEN NELTUME 

11 septiembre 1973 (www.despiertachile.cl) El relevo de la guardia se hizo el 11 de septiembre sin novedad en el Retén Neltume, enclavado en una boscosa zona de Panguipulli, en la Provincia de Valdivia. El día era apacible. Nada presagiaba los acontecimientos que en forma violenta alterarían la rutina de siempre en esa alejada región. De pronto, la noticia sorprendente, íntimamente anhelada por todos y cada uno de los hombres ahí destacados, les llenó de gozo. La Junta Militar de Gobierno proclamaba el comienzo de la Liberación Nacional. Pero no todos aceptaban su derecho a ser libres. De los obreros del Complejo Forestal y Maderero Panguipulli que trabajaban en Neltume, un centenar de ellos, encabezados por el tristemente célebre activista José Liendo, más conocido por su alias de "Comandante Pepe", se encaminaron hacia el Retén para atacarlo. Poderosa e inesperadamente armados, su actitud hostil y amenazante no dejaba lugar a dudas. Así lo entendió el Sargento 1° Benito Carrasco Riffo, a cargo del destacamento, quien alertó a sus hombres para la defensa. Eran éstos el Cabo Juan Campos Campos y los Carabineros René Cáceres Aedo y Belisario Navarrete Sánchez. Puertas y ventanas fueron reforzadas con sacos de avena y fardos de pasto, y alistado el armamento. Los familiares del personal, para que no los asesinaran los extremistas o los tomaran como rehenes, se refugiaron también en el cuartel. Entretanto, los sublevados, habían tomado posición, rodeándolos. Eran las 10 de la mañana, y el asedio comenzaba. Las horas fueron transcurriendo lentamente, haciendo tensa y angustiosa la espera de los sitiados. Adoptada ya su inquebrantable decisión de resistir hasta la muerte, ni la brumadora superioridad de las guerrilleros ni sus constantes intimidaciones les amedrentaban. Aguardaban con estoicismo que el ataque comenzara. El día finalmente cedió paso a las sombras de la noche, y los rebeldes quedaron ocultos a los ojos de los defensores. La vigilancia se hizo casi dolorosa, tratando la vista de horadar la oscuridad para evitar ataques por sorpresa. Dentro del edificio nadie acusaba cansancio ni temor. Se esperaba con absoluta sangre fría el desenlace de los acontecimientos. Las mujeres y los niños conservaban igualmente la calma. Ya de madrugada, repentinamente, el silencio fue roto por una balacera ensordecedora. Desde todos los costados se hacía fuego contra el Retén con armas del más variado tipo y calibre, y bombas molotov y cartuchos de dinamita encendidos llovían sobre el cuartel, haciéndolo fácil blanco del asalto. En cambio, sólo el fogonazo de los disparos delataba la posición de los atacantes. Multiplicábanse los carabineros, corriendo de una ventana a otra para responder el cobarde fuego agresor, sin mayores posibilidades de éxito al disparar prácticamente a ciegas. Su moral combativa a pesar de todo se mantenía incólume, reconfortada por el ejemplo de una mujer, doña Rosa García Rivera, esposa del Jefe del Retén, quien emulando en su valor a las heroicas Cantineras de la Guerra del Pacífico, llenaba los cargadores de las armas y les instaba a no desmayar en la lucha. Luego de una larga hora de combate, la situación se tornó desesperada para los carabineros, próxima a agotarse la munición. Su destino parecía ciertamente trágico. Más, abriéndose paso con el fuego de sus fusiles a través del cerco tendido por lo rebeldes, llegaban en el momento más oportuno los esperados refuerzos. El capitán Francisco Pereira Opazo, el cabo Paulino Flores Rivas y los carabineros Rufino Rodríguez Carrillo y Carlos Godoy Henríquez, acudían desde Choshuenco en auxilio de sus compañeros, dando alivio a su crítica situación. El desigual enfrentamiento se prolongó todavía un par de horas, hasta que con las primeras luces del alba, como es propio de cobardes, los sitiadores huyeron, dispersándose a través de los bosques. Por fin la espantosa pesadilla terminaba. La llegada más tarde de dos helicópteros de la Fuerza Aérea con Jefes de Carabineros y relevos desde Valdivia, permitió emprender la persecución de los extremistas. Capturado posteriormente el "Comandante Pepe" y otros de sus secuaces, fueron sometidos a juicio por un Tribunal Militar, y condenados a muerte, se les ejecutó el 3 de octubre de 1973. El Cuartel acusaba las huellas de miles de impactos de bala, y los restos de bombas molotov y algunos cartuchos de dinamita sin explotar esparcidos a su alrededor, eran mudo testimonio de otra página de heroísmo escrita por Carabineros de Chile, ahora en Neltume, Retén perdido entre bosques del Sur.

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