cuidado por quien votas

ENTRE ZACARACH Y PAUL SCHAEFFER:
UNA CUESTION DE PRIORIDADES



Zacarach sí que supo hacerlas. Nunca involucró entre las numerosas víctimas de sus abusos pedofílicos a su haber a ningún familiar de ex miristas ni de detenidos desaparecidos. Si así lo hubiera hecho, es bastante posible que a esta hora se encontrara de patitas en alguna cárcel chilena, fuertemente vigilado y sin ninguna esperanza de libertad, traido en tiempo record de vuelta al pais.
¿Por qué digo ésto? Basta analizar dos historias paralelas ocurridas en el último tiempo, pero de desenlaces muy diversos, que dan cuenta de las prioridades oficiales en cuanto a la traida de delincuentes escondidos en el extranjero se refiere.
Conozcamos lo ocurrido con Paul Schaeffer y con Zacarach. Dos pedófilos que huyeron al extranjero.
Paul Schaeffer, líder de Colonia Dignidad, prófugo desde 1996 de la Justicia chilena por numerosos delitos cometidos en su infranqueable enclave y en su condición de líder omnipotente de la secta que estableció en la región del Maule, era buscado por delitos de abusos de menores, desapariciones de miembros de su secta, etc. Y tras perdersele la pista por largo tiempo, fue descubierto y detenido en Buenos Aires, Argentina, el 10 de marzo de 2005. El gobierno chileno se movió con extrema agilidad, enviando al subsecretario del Interior de la época, Jorge Correa Sutil, inmediatamente a Argentina a entrevistarse con Anibal Fernández, Ministro del Interior de Kirchner, para acelerar los trámites de expulsión desde dicho pais hacia Chile, lo cual se consiguió en tiempo record: 2 días. El gobierno argentino incluso se dio el lujo de pasar por sobre otro pedido de extradición para Schaeffer proveniente de Alemania; voluntad había. Finalmente, se dispuso el envío de un avión hospital FACH para asegurar el traslado, todo lo que configura una excelente y agil gestión del gobierno de Lagos.
¿Nos demuestra ésto un compromiso ferreo de dicho gobierno con la protección de los niños abusados y con la lucha contra la pedofilia? Cuidado, no nos adelantemos. ¿creen ustedes que la búsquera y rápida expulsión de Schaeffer para ponerlo a disposición de la justicia chilena se motivó en una causa por dichos abusos a menores, la que se encontraba abierta desde hacia varios años? NO, SEÑORES, OH SORPRESA. Schaeffer fue extraditado por un caso de un mirista desaparecido en Colonia Dignidad en 1974, un tal Alvaro Vallejos, causa a cargo del juez Joaquin Billiard. El nombre de un mirista involucrado aceleró y agilizó esta causa, despertó todo el interés colaborativo entre ambos gobiernos socialistas, no asi las numerosas víctimas de abusos sexuales, tal como describía con indisimulado orgullo en esos días el diario izquierdista La Nación, lo que podemos leer con detalles en este articulo: ¿Como se gestó la detención de Paul Schaeffer?.
En el caso de Zacarach, en cambio, quien fue descubierto y capturado el 21 de junio pasado por la policía en Criciuma, Santa Catarina, Brasil, las cosas no han sido iguales. Este pedófilo y creador de una red en Internet referida al tema, quien huyó desde la Casa de Acogida de Santiago donde vivía tras haberle sido otorgada la libertad condicional (Casa de Acogida que demoró cerca de un mes en avisarle al Tribunal acerca de su escape), quedará encarcelado en Brasil en espera de una larga investigación judicial , tras la pasividad y resignada espera de nuestras autoridades, que no quisieron hacer ninguna gestión al más alto nivel para facilitar su expulsión y entrega a Chile. Bachelet declinó conversar telefónicamente el caso con Lula, la cancillería sólo llamó a esperar decisiones de la Justicia brasileña. Recién más de una semana después de la detención de Zacarach, y con motivo de un encuentro del Mercosur, Bachelet trató el tema con Lula, y éste instó a Chile realizar los trámites necesarios que no se habian hecho aun . Ni siquiera existía una orden de captura internacional cursada antes del hallazgo de Zacarach .
Dos actitudes completamente distintas, dos gestiones meridianamente opuestas, frente a dos casos de pedófilos prófugos. ¿qué diferencia hubo entre ambos?
Salta a la vista una diferencia sustancial. Schaeffer estaría involucrado en la muerte de un mirista , además de los abusos sexuales, y Zacarach no. Este último abusó y liquidó la vida sicológica sólo de niños comunes y corrientes, pero no tocó ninguna sacrosanta vida de terroristas de extrema izquierda. Eso parece bastar para marcar la diferencia. Eso parece distinguir las prioridades de los gobiernos socialistas que dirigen América Latina.
Tal vez, si estos niños abusados por Zacarach hubieron tenido la oportunidad de haber proclamado algun día a los cuatro vientos: "los momios al paredón, y las momias al colchón", quizá hubieran podido acceder a una justicia más implacable a su favor. Pero eran simples niños de familias trabajadoras, que sí pueden y deben perdonar y olvidar.
Para concluir, les recomiendo leer una entrevista en Terra.cl al capellán Jaime Roberto Nawrath, director de la Casa de Acogida Cardenal Oviedo (Uf!), desde donde escapó Zacarach y donde éste obtuvo bastante dinero para financiar su huida tras vender una propiedad suya a un contador de la institución, quien se la compró (!..?) aun a sabiendas de con quién estaba negociando. Al leerla, queda muy en claro que a dicho sacerdote lo que más parece preocuparle no es tanto lo que Zacarach haya hecho en Brasil, el tardío aviso de su huída al Tribunal ni los negocios de su contador, sino que...la disminución de los aportes económicos a su institución y la mala propaganda que a ella le significó , este caso.
Una vez más, cuestión de prioridades.
Hay una justicia para los izquierdistas, ex compañeros de nuestros gobernantes actuales, victimas de atentados a los Derechos Humanos; y otra, para la gente común, cuyos Derechos Humanos son, al parecer, de segunda categoría.

Labels: justicia socialista, Paul Schaeffer, Zacarach