Wednesday, January 23, 2013

 
LAS IDEAS-FUERZA DE JOVINO NOVOA
EN SU LIBRO "CON LA FUERZA DE LA LIBERTAD"
Y LOS ERRORES DE PIÑERA


“El avance de la corriente estatista se explica por el débil papel desempeñado por la Alianza, especialmente desde su llegada al Gobierno. Las peleas intestinas, la inexistencia de una identidad política definida y la poca valentía para defender las ideas propias favorecieron el florecimiento de fuerzas agitadoras a la institucionalidad vigente”.
“Creo que el gobierno de Sebastián Piñera agravó la debilidad y la pérdida de identidad de la centro-derecha. En vez de aprovechar la presidencia como una plataforma para consolidar el modelo y perfeccionarlo, el triunvirato (presidente, segundo piso y Ministerio del Interior) que monopolizó el poder de La Moneda hasta el último cambio de gabinete se vio tentado, desde el comienzo, a desligarse de lo que consideraba los “lastres” de la centro-derecha”.
La derecha avergonzada se instaló en el segundo piso y permanece allí, convencida de que su misión no es reafirmar los principios defendidos hasta ahora por su sector, sino hacer lo posible por camuflarse con la Concertación”.
“Las medidas gubernamentales frente a ciertos abusos ocurridos en el mercado y su excesiva explotación mediática terminaron en una verdadera descalificación que afectó a todo el empresariado. Ambas actitudes produjeron el rechazo por parte de sus electorado tradicional y la incredulidad de la ciudadanía (…) Este esfuerzo de negación fue llevado a su máxima expresión con la creación del concepto de “nueva derecha”, intento fallido por encontrar una identidad propia alejada de la derecha tradicional”.
La nueva derecha es un “espejismo, no es real”, que no “está constituida por nadie” y que no tiene “domicilio conocido”. “No tendrá mucha trascendencia, dado que es un movimiento elitista, inflado por las redes sociales y con poca calle política. Sin embargo, es uno de los flancos abiertos desde nuestro sector que ha permitido el avance de las ideas de izquierda”.
“En vez de luchar en el campo ideológico para convencer al electorado de la importancia de defender la libertad, el emprendimiento, el respeto al orden y a la propiedad privada, el gobierno de Sebastian Piñera se trazó como objetivo camuflarse con la competencia, absorber su discurso igualitario y estatista. Prueba de ello es el énfasis asistencialista de sus políticas sociales y la argumentación tipo Robin Hood que rodeó la tramitación de la reforma tributaria”.
Estos temas o no formaban parte o no eran prioritarios en el programa de gobierno de Piñera. De haber sido así, mucha gente no hubiese votado por él y, desde luego, muchos en la UDI nos hubiésemos replanteado la decisión de apoyar su candidatura”.

Thursday, January 10, 2013

 
¿ES MAPUCHE EL CONFLICTO?
IMPRESCINDIBLE LIBRO DE JULIO BAZAN



En junio de 2011 la Editorial Mayé, una de las pocas editoriales valiosas en Chile que da cabida a las ideas correctas, publicó el libro "¿Es mapuche el conflicto"?, de Julio Bazán Alvarez, quien habia publicado poco antes un libro acerca de la UP y Allende titulado "Lo derrocó el Pueblo".En 300 páginas, este libro analiza con gran detalle las legislaciones aceptadas en Chile con respecto al tema indígena, asi como la historia de la interacción de los mapuches con el actual Chile de una forma muy completa que permite hacerse una idea clara y objetiva acerca del actual supuesto  "conflicto mapuche". De su lectura se llega a la clara conclusión de que este no es un conflicto real ni menos histórico, sino un conflicto completamente artificial fruto de la desacertada y descriteriada legislación dictada por el primer gobierno  de la Concertación, de Patricio Aylwin (el mismo personaje al que tanto dicen  admirar Piñera y Allamand) que permitió que cualquier descendiente mapuche o incluso cualquier persona, consiguiendo la acreditación de indìgena otorgada por CONADI, pudiera solicitar y obtener tierras que no están ni han estado jurídicamente disponibles para estos fines. Junto a esto, estas desafortunadas legislaciones incorporan vagos conceptos de "tierras ancestrales" definidos a petición del usuario interesado, dan calidad de derecho positivo a la cultura de los pueblos originarios por encima del Estado de Derecho que nos rige a todos los chilenos, desconociendose la propiedad legitimamente adquirida y respaldada por inscripciones y títulos vigentes que constituyen la base del Estado de Derecho del pais, y permite la intromisión descarada de poderosas organizaciones extranjeras que financian y promueven objetivos con fines oscuros que podrían llegar a comprometer la soberania y defensa nacional. Esta ley, al otorgar la categoría de indígena y permitir la constitución de comunidades indígenas de forma amplia y laxa se constituye en la causa directa de la agitación que ha vivido esta zona desde los años 90 en adelante, conflictividad que estuvo ausente en la práctica durante largas décadas previas . La razón es simple: comunidades que no tienen ni han tenido tierras se organizan para obtenerlas de cualquier manera, aprovechando los resquicios e imprecisiones de esta ley. Se establecen ademàs vagos y contradictorios conceptos acerca de "cultura mapuche", que incluyen, por ejemplo,  religiosidad propia, en condiciones en que el 85% de los mapuches se autodefinen como cristianos (50% católicos y 35% evangélicos).

                                         Presidente Pinochet es nombrado Principal  Gran Cabecilla del
                                         pueblo mapuche . Nueva Imperial, 17 febrero 1989


Con el tiempo se han establecidos verdaderos mitos históricos como el concepto de "comunidades" mapuches. En el libro se nos aclara que el término "comunidades" no denota la existencia de una forma ancestral de propiedad comunitaria, sino que unicamente la denominación jurídica, otorgada por la ley de 1866, de un unico título de propiedad sobre un predio inscrito en común a nombre de varias personas en las que no hay documentos que certifiquen propiedades individuales, como era la costumbre, aun entre mapuches, desde la Colonia  en adelante.
Curiosamente, a esta misma conclusión llega Ascanio Cavallo en su columna de la Tercera del 6 de enero, quien califica sin ambages al crimen reciente de Werner Luchsinger y su esposa como el más grave hecho de violencia política ocurrido en Chile desde en impune crimen de Jaime Guzmán; recuerda que la Araucanía es la única región donde "siempre ganó Pinochet" (y recordemos que en las presidenciales de 2006, fue la única en donde Piñera derrotó a Bachelet) y que "en la Araucanía no hay forma histórica de hacerse el progresista" y atribuye el origen de la actual situación de la zona, al igual que Julio Bazan, "a una ley indìgena diseñada con el tipo de intenciones que pavimentan el camino del Infierno, y peor ejecutada".
"Al arribar la Concertaciòn al gobierno, se encontró con que se había saneado a través del Decreto Ley 2.568 de 1979 , prácticamente, el total de las tierras pertenecientes a las reducciones indígenas con títulos de merced otorgados por la aplicación de la ley de 1866; sólo subsistían 20 de las 2.918 originales; otro importante número había sido saneado durante el anterior gobierno de derecha, el de Jorge Alessandri.La conformidad indígena con estas medidas del Gobierno Militar se reflejó patentemente en el plebiscito de 1988, ya que la IX Región de la Araucanía (en la que la población indígena mapuche  alcanza al 23% del total, según censo 2002) fue la única del país en donde la opción Sí, de continuidad del General Pinochet en el gobierno, ganó a la opción no con un 54.05% contra un 45.95% de los votos, revirtiendo la proporciòn nacional. Incluso, en febrero de 1989 , en Nueva Imperial, Pinochet fue nombrado "Ulmen Futa Lonko" o Gran Cabecilla del Pueblo Mapuche por parte de una Junta General de Lonkos representantes de las 30 comunas de la IX Región, caso único en la historia chilena del siglo pasado (foto).Esto pese a que durante los años 80 partidos de orientaciòn socialista habían promovido y respaldado a organizaciones de indígenas ideológicamente afines como el Consejo de Todas las Tierras y la CAM (minoritarias, como revelan las cifras, en relación al volumen del pueblo mapuche) de origen mirista, las que a contar de 2000 y respaldadas por la ley Aylwin iniciaron la escalada de violencia que dura hasta nuestros dias.
El gobierno de Patricio Aylwin, siguiendo estos parámetros socialistas, creó una ley indìgena (19.253 de 1993) a la medida, lo que generó conflictos artificiales en temas que ya estaban casi completamente resueltos,permitiendo la creación de comunidades indígenas instrumentales para acceder a tierras que no están disponibles para dicho objetivo. Se ha producido una explosión de las aspiraciones, un aprovechamiento de activistas políticos de esta situación, la ley ha permitido validar cualquier medio para permitir conseguir objetivos claramente imposibles de cumplir en los marcos del Estado de Derecho existente en Chile. Dicha situación permite e impulsa la violencia que se presencia hoy en la Araucania.
Por si esto fuera poco, el Convenio 169 de la OIT (que, curiosamente, nada tiene que ver con aspectos laborales de los que debiera preocuparse la Organización Internacional del Trabajo), aprobado irresponsablemente por el parlamento chileno en 2008; complementado por la referida Ley Aylwin, la Ley de Borde Costero de Bachelet, y el Decreto 124 que reglamenta estas legislaciones combinadas, ha llevado a los movimientos de los activistas indigenistas a posiciones extremas, reñidas con la legislación y la sana convivencia nacional. Tan extremas que se han producido situaciones de hecho en las que los Temucuicui, por ejemplo, han pretendido cobrar impuesto por el uso de caminos públicos en "su territorio autónomo" (¿!) o que los indìgenas costeros o lafkenches estén exigiendo dominio sobre las aguas de las costas comprendidas entre Lebu y Hornopirén (600 km de costa!). Como dice Julio Bazán, "la ley generó expectativas de tierras que no se podían tener porque todas estaban con títulos de dominio vigentes. La ley creó aspiraciones imposibles de cumplir. Generó una base, un fundamento, para la activación de los movimientos extremistas, y ese es el núcleo, el origen de la violencia en el sur".


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