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LA FARSA DEL GUERNICA:
OTRO ENGAÑO PLANIFICADO DEL MARXISMO



¿Quién no conoce este famoso y gigantesco cuadro pintado por Pablo Picasso? Se ha hecho un nombre propio dentro de la historia del arte, pero también se ha convertido en todo un símbolo de la crueldad humana al representar, según se dice, escenas de terror simbolizadas tras el primer bombardeo aéreo dirigido hacia una población civil en la historia, hecho ocurrido en la ciudad de Guérnica en el Pais Vasco durante la Guerra Civil Española, más precisamente el 26 de abril de 1937. Un símbolo que el socialismo ha hecho propio, en la forma de una eficaz propaganda contra las atrocidades "de los otros".
La historia oficialmente impuesta nos relata que dicho bombardeo fue ejecutado por aviones de la Luftwaffe de la Legión Cóndor, que se encontraban en España apoyando a las fuerzas de Franco que luchaban contra los comunistas y anarquistas. Se nos dice que estos aviones "desencadenaron sobre aquél lugar, privado de toda defensa, un terrible bombardeo. Durante tres horas se descargó la tempestad de fuego y de entre los escombros fueron extraidos los cuerpos sin vida de 1650 personas, en tanto los heridos llegaron a 800. Era la primera vez en la historia que pilotos de aviones de combate atacaban a civiles inermes".
El tremendo impacto que este hecho sin precedentes produjo sobre el alma sensible de Pablo Picasso lo llenó de indignación, y comenzó a pintar este grandioso cuadro como reflejo de su denuncia .

Pero, ¿fue realmente asi la historia verdadera de este cuadro y de los hechos ocurridos en Guérnica?
El escritor italiano Vittorio Messori trajo a la luz pública algunos hechos en su libro "Le cosse della vita", como por ejemplo que el cuadro posteriormente llamado Guernica había sido pintado por Picasso... meses antes del bombardeo, que originalmente se llamaba "Lamento en muerte del torero Joselito" y cuyo tema central era la muerte, en la arena, de un famoso torero de la época al cual Picasso admiraba. En efecto, el supuesto "Minotauro" en el cuadro es el toro que mató a Joselito, y el caballo es del picador, destripado también en la arena.
Pero, entonces, ¿cómo se llegó al Guernica? Dejemos que nos lo explique el propio Messori, a quien cito:

“Como buen español, Pablo Ruiz Blasco y Picaso amaba las corridas. La muerte del famoso torero Joselito, uno de sus predilectos, le causó por consiguiente gran aflicción, y para celebrar su memoria se puso a trabajar en una enorme tela de ocho metros por tres y medio, que llenó de figuras de expresión trágica y colores tristes.

Era, en todo caso, el año 1937. En España, la guerra civil estaba en pleno furor, y el gobierno anarcosocialmonunista se dirigió a Picasso encargándole un cuadro para el pabellón republicano, en la Exposición Universal programada para el año siguiente en Paris.

Picasso (que llegaría ser, no por azar, uno de los artistas más ricos de la historia) tuvo una idea genial: hizo algunas modificaciones en la tela del torero, la rebautizó con el nombre de Guernica (la ciudad vasca bombardeada por la aviación alemana e italiana) y la vendió al gobierno “popular” en la módica suma de 300.000 pesetas de esa época, algo así como un millón y medio de euros de hoy, que desembolsó Stalin a través del Komintern“

Es decir, se construyó un verdadero mito ideológico en torno a un hecho histórico a pedido expreso de la propaganda marxista de la época. Pero el propio hecho histórico también se ha comenzado a revisar y aparecen, a poco andar, las incongruencias. Dejemos al mismo Messori que nos lo explique:

Se conoce lo realmente ocurrido desde hace décadas, pero la fuerza de la propaganda parece ser todavía invencible

“Guernica constituía un objetivo militar normal… en la ciudad se encontraban dos fábricas importantes de armas livianas y bombas de aviación… punto de cruce caminero y ferroviario para los republicanos que combatían a doce kilómetros de la ciudad, llena de soldado y medios militares..No era en modo alguno la “bucólica aldea sagrada donde mercaderes y lugareños llevaban pacíficamente sus pobres cosas…”

“Ciertamente la ciudad aparece semidestruida en documentos fotográficos y cinematográficos; pero eso ocurrió (como lo demostró una comisión internacional y fue también verificado por el tribunal de Nuremberg que juzgó a los generales nazistas) porque los socialcomunistas y los anarquistas, antes de retirarse, rociaron todo cuanto pudieron con bencina y lo incendiaron. No se encontró cráter alguno de una bomba en las ruinas quemadas del centro histórico… los barreneros anarquistas de Asturias hicieron explotar muchos edificios con dinamita para crear obstáculos a la tropas franquistas…"

Como ocurrieron de verdad los hechos del bombardeo de Guérnica, ha sido reconstruido, con rigor documental, por el historiador (ex comunista) español Pío Moa, en su libro "Los Mitos de la Guerra Civil", publicado en 2003. En él se establece, por ejemplo, que la acción fue conducida principalmente por la Aviación Legionaria italiana que apoyaba a Franco, mientras que los escasos Junkers alemanes sólo participaron al final. El periodista inglés George Steer, enviado a la zona y principal creador del mito, inventó en sus informes un aterrador poderío de la Luftwaffe (inexistente aun en ese año) para estimular un rearme de su pais frente a la amenaza alemana. El objetivo del bombardeo era destruir el puente de Rentería, sobre el rio Oca.
Había, además en Guernica, dos fábricas de armas, importantes depósitos de artillería y la presencia de unos 2000 soldados republicanos. Steer inventó también un ametrallamiento a la población civil que se encontraba asistiendo al mercado de la ciudad desde los aviones, en circunstancias de que el mercado había sido suspendido por la guerra y que, tradicionalmente, éste funcionaba hasta cuatro horas antes de la hora en la que se inició el bombardeo. Respecto al número de victimas, revisiones reiteradas de los archivos comunales registran ese día la cifra de entre 102 y 120 muertos, muchos de ellos militares, y solo 30 heridos. De ninguna fuente estadística oficial se pueden deducir los 1650 muertos y los 800 heridos inventados por Steer y oficializados entusiastamente por la propaganda socialista.
Comisiones investigadoras internacionales trazaron el mapa de los cráteres de las bombas, confirmando que unas pocas cayeron sobre las casas y la mayoría en las proximidades del puente. Del total de casas, sólo un 10% había sido alcanzado por las bombas.
Muchos otros bombardeos más dañinos se registraron en la Guerra Civil Española, muchos de ellos efectuados por aviones rusos republicanos con muchas más victimas, pero la propaganda comunista, apoyada por un artista famoso bien remunerado como Picasso, contribuyó a crear este mito. Los tiempos cambian, pero las tácticas útiles de mentir y distorsionar los hechos con fines propagandisticos, se mantienen. Baste ver lo que se publica (y lo que se calla) acerca de la intervención norteamericana en Irak. Más de lo mismo. Hoy en día no está vivo un Picasso como artista de la propaganda, pero no está nada mal, por ejemplo, un Botero que ilustre su visión de Abu Ghraib.
Y, en definitiva, ¿qué queda más grabado en la mente de la gente desinformada?
¿Una hermosa obra de arte, o la verdad histórica?

Adaptado del blog de

Franco Gorziglia

Labels: Farsa marxista, Guernica, Picasso, Vittorio Messori