Wednesday, January 16, 2008
LA UNICA OBRA DEL GOBIERNO DE LAGOS
QUE AUN FUNCIONA
Entre la gran cantidad de obras públicas no concesionadas, concretadas a toda máquina e inauguradas prematuramente por el gobierno de Ricardo Lagos en el último periodo preelectoral (finales de 2005) con el innegable fin de conquistar electores , parece haber sólo una que ha resistido la prueba del uso y del tiempo: el Metro Regional de Valparaíso. Cuando en verano uno viaja a la región y lo conoce, se sorprende. Pero, cuidado, a no cantar victoria los pocos incondicionales de Lagos que aún quedan, no nos confundamos: el Metroval funciona bien en cuanto al servicio que otorga (comodidad, limpieza, puntualidad, rapidez de transporte) aunque financieramente está desangrándose mes a mes por los cálculos equivocados y expectativas erradas de uso con las que se planificó.
En todo caso, este proyecto ha resultado infinitamente superior a otros fiascos como el Transantiago (símbolo mayor de la improvisación de la Concertación), el puente Loncomilla, la pavimentación de la Alameda y de la losa del Aeropuerto de Santiago (que debieron hacerse de nuevo por fallas estructurales en menos de un año), EFE y el Tren al Sur, que sólo alcanzó a ser inaugurado oportunamente justo antes de las elecciones presidenciales de 2005, para ser interrumpido una vez logrado el objetivo primordial que era asegurar la reelección de la Concertación en el gobierno.
El Metro Regional Valparaiso recorre diariamente, a contar del 25 de noviembre de 2005, el trayecto de 43 km comprendido entre Valparaiso (Puerto) y Limache con frecuencias que fluctúan entre los 10 y los 24 minutos, Sus carros están bien cuidados, limpios, cómodos, con un número adecuado de asientos (a diferencia del Metro de Santiago o de los buses del Transantiago, planificados para albergar la inhumana cantidad de 7 pasajeros de pie por metro cuadrado). El trayecto hace uso de la misma via fèrrea inaugurada en 1856, lógicamente con modernizaciones de rieles y durmientes, salvo en su tramo de Viña del Mar en donde se construyó un tunel de 5 km de extensión (tramo subterráneo) para evitar el corte en dos partes que la línea férrea producía a lo largo de la ciudad, aumentando así la disponibilidad de vías vehiculares de por si angostas. En dicho tunel se encuentran 4 estaciones subterráneas, incluyendo la de Viña del Mar.
Pero no todo anda sobre ruedas, como cabría esperar en una obra pública planificada por la Concertación. El tema financiero, traducido en deficits operacionales acumulativos producto de una sobreestimación de la demanda de pasajeros, ha acompañado al Metro porteño desde su implementación. Ya en el 2006 se acumuló un deficit de $ 1.165 millones debido a que la empresa transportó 7 millones de pasajeros en lugar de los 20 millones anuales presupuestados. De modo que recientemente se publicó la noticia de que nada menos que la quebrada EFE (Empresa Ferrocarriles del Estado) ha debido aportarle $2.400 millones a Metroval para salvar el deficit operacional que se espera para el 2008 . Junto a eso, se produjo en diciembre una inesperada e intempestiva alza de tarifas sin previo aviso, con un engorroso esquema de tarifas que dividió los horarios en 3 tramos con valores distintos; por ejemplo, el tramo más extenso Valparaiso Limache (43 km) tiene un costo que fluctúa entre $661 y $ 843 según el horario. Muchisimo más alto que los valores del Transantiago, donde el gobierno no se permitiría un alza de esta magnitud. por un asunto de popularidad.
Dada la calidad y puntualidad del servicio ofrecido, con un buen nùmero de asientos disponibles, sin pretender alcanzar como en el Transantiago la absurda e inhumana cifra de 7 pasajeros por metro cuadrado, el mejor elogio que se le podría hacer al servicio del Metro Valparaiso es que ...pareciera haber sido hecho por el Gobierno Militar. Tal como funcionaba el Metro de Santiago, orgullo de nuestro pais, antes de que los socialistas metieran en el la mano y lo echaran a perder.
Pero, insisto, no nos confundamos. Por más que el Metro de Valparaiso represente, por su puntualidad y comodidad para el usuario, una obra pública que más bien recuerda aquéllas grandes realizaciones del Gobierno Militar en ese campo de su administración, se trata de una golondrina que no hace verano; una excepción que confirma la regla. El paisaje general en lo referente a las obras públicas de Lagos se parece más a una neblina gris que a un sol radiante de verano.
QUE AUN FUNCIONA
Entre la gran cantidad de obras públicas no concesionadas, concretadas a toda máquina e inauguradas prematuramente por el gobierno de Ricardo Lagos en el último periodo preelectoral (finales de 2005) con el innegable fin de conquistar electores , parece haber sólo una que ha resistido la prueba del uso y del tiempo: el Metro Regional de Valparaíso. Cuando en verano uno viaja a la región y lo conoce, se sorprende. Pero, cuidado, a no cantar victoria los pocos incondicionales de Lagos que aún quedan, no nos confundamos: el Metroval funciona bien en cuanto al servicio que otorga (comodidad, limpieza, puntualidad, rapidez de transporte) aunque financieramente está desangrándose mes a mes por los cálculos equivocados y expectativas erradas de uso con las que se planificó.
En todo caso, este proyecto ha resultado infinitamente superior a otros fiascos como el Transantiago (símbolo mayor de la improvisación de la Concertación), el puente Loncomilla, la pavimentación de la Alameda y de la losa del Aeropuerto de Santiago (que debieron hacerse de nuevo por fallas estructurales en menos de un año), EFE y el Tren al Sur, que sólo alcanzó a ser inaugurado oportunamente justo antes de las elecciones presidenciales de 2005, para ser interrumpido una vez logrado el objetivo primordial que era asegurar la reelección de la Concertación en el gobierno.
El Metro Regional Valparaiso recorre diariamente, a contar del 25 de noviembre de 2005, el trayecto de 43 km comprendido entre Valparaiso (Puerto) y Limache con frecuencias que fluctúan entre los 10 y los 24 minutos, Sus carros están bien cuidados, limpios, cómodos, con un número adecuado de asientos (a diferencia del Metro de Santiago o de los buses del Transantiago, planificados para albergar la inhumana cantidad de 7 pasajeros de pie por metro cuadrado). El trayecto hace uso de la misma via fèrrea inaugurada en 1856, lógicamente con modernizaciones de rieles y durmientes, salvo en su tramo de Viña del Mar en donde se construyó un tunel de 5 km de extensión (tramo subterráneo) para evitar el corte en dos partes que la línea férrea producía a lo largo de la ciudad, aumentando así la disponibilidad de vías vehiculares de por si angostas. En dicho tunel se encuentran 4 estaciones subterráneas, incluyendo la de Viña del Mar.
Pero no todo anda sobre ruedas, como cabría esperar en una obra pública planificada por la Concertación. El tema financiero, traducido en deficits operacionales acumulativos producto de una sobreestimación de la demanda de pasajeros, ha acompañado al Metro porteño desde su implementación. Ya en el 2006 se acumuló un deficit de $ 1.165 millones debido a que la empresa transportó 7 millones de pasajeros en lugar de los 20 millones anuales presupuestados. De modo que recientemente se publicó la noticia de que nada menos que la quebrada EFE (Empresa Ferrocarriles del Estado) ha debido aportarle $2.400 millones a Metroval para salvar el deficit operacional que se espera para el 2008 . Junto a eso, se produjo en diciembre una inesperada e intempestiva alza de tarifas sin previo aviso, con un engorroso esquema de tarifas que dividió los horarios en 3 tramos con valores distintos; por ejemplo, el tramo más extenso Valparaiso Limache (43 km) tiene un costo que fluctúa entre $661 y $ 843 según el horario. Muchisimo más alto que los valores del Transantiago, donde el gobierno no se permitiría un alza de esta magnitud. por un asunto de popularidad.
Dada la calidad y puntualidad del servicio ofrecido, con un buen nùmero de asientos disponibles, sin pretender alcanzar como en el Transantiago la absurda e inhumana cifra de 7 pasajeros por metro cuadrado, el mejor elogio que se le podría hacer al servicio del Metro Valparaiso es que ...pareciera haber sido hecho por el Gobierno Militar. Tal como funcionaba el Metro de Santiago, orgullo de nuestro pais, antes de que los socialistas metieran en el la mano y lo echaran a perder.
Pero, insisto, no nos confundamos. Por más que el Metro de Valparaiso represente, por su puntualidad y comodidad para el usuario, una obra pública que más bien recuerda aquéllas grandes realizaciones del Gobierno Militar en ese campo de su administración, se trata de una golondrina que no hace verano; una excepción que confirma la regla. El paisaje general en lo referente a las obras públicas de Lagos se parece más a una neblina gris que a un sol radiante de verano.
Labels: Concertación, Lagos, Metro Valparaiso
Comments:
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Sí.... y me sorprende que aún sobreviva.
Un verdadero milagro aunque financieramente está colapsando de a poco.
Un verdadero milagro aunque financieramente está colapsando de a poco.
LO LEO Y NO LO CREO........ASOMBROSO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!.LO COMUNICARE DE INMEDIATO A MIS FAMILIARES Y CONOCIDOS .
NO IMPORTA QUE SE RIAN DE MI.
NO IMPORTA QUE SE RIAN DE MI.
Leí que recién van a recuperar la inversión por el 2010 o 2012.
Lo de la tarifa no lo sabía. Además pretenden extenderlo hasta Los Andes.
Otra cosa: No le sacan provecho a los sitios eriazos.
Lo de la tarifa no lo sabía. Además pretenden extenderlo hasta Los Andes.
Otra cosa: No le sacan provecho a los sitios eriazos.
Sin duda, es lo mejor en ferrocarriles en el país, he andado en el y es cierto Cristián.
Ojalá sobreviva, porque esta financieramente mal por el absurdo cálculo de demanda
Ojalá sobreviva, porque esta financieramente mal por el absurdo cálculo de demanda
La ventaja de Valparaíso sobre Santiago es que no vive tanta gente y la locomocion colectiva siempre ha sido buena.
Es bueno el metro de Valparaiso. Una de las pocas buenas obras de Lagos. Ahora, da para preguntarse por que todos los demas reciclados fracasaron...
Francisco: Me gustó tu analogía. Es como cuando en SinVerguenza, en el CHV salió un tipo emulando ser un intendente diciendo que el problema del TranSantiago no era la falta de recorridos ni la lentitud de las micros, sino porque había demasiada gente... jajaja...
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Francisco: Me gustó tu analogía. Es como cuando en SinVerguenza, en el CHV salió un tipo emulando ser un intendente diciendo que el problema del TranSantiago no era la falta de recorridos ni la lentitud de las micros, sino porque había demasiada gente... jajaja...
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