Thursday, August 27, 2009
THOMAS SOWELL DEFINE MAGISTRALMENTE LA FILOSOFIA
PROGRESISTA : LOS AUTOCONSIDERADOS "UNGIDOS"
Thomas Sowell, economista afroamericano que ostenta el título de Doctor en Economía de la Hoover Institution, Universidad de Stanford, EEUU, escribió un libro titulado "Conflicto de visiones". En él, Sowell realiza una magistral descripción del pensamiento y las actitudes de los "ungidos", personeros petenecientes en su inmensa mayoría a los sectores progresistas y socialistas de todo el mundo, que se atribuyen una supuesta superioridad moral y actúan de acuerdo a este absurdo concepto. Al leerla, uno se da cuenta que este tipo humano y sus métodos calzan exactamente con el perfil de muchos concertacionistas y socialistas extraconcertacionistas que pululan (¿parasitan?) en Chile. Al leerlo, uno no puede evitar que se vayan viniendo a la mente los rostros de insignes personajes públicos, asi como también de multiples bloggeros izquierdistas que comparten las mismas actitudes.
Cito el resumen de Sowell presente en "El Desalojo" , el notable libro de Allamand (pag. 145-147):
"Para los "ungidos", los hechos importan poco.
Mucho más relevante son sus opiniones acerca de los problemas. Y cuando hechos y visión no coinciden, peor para los primeros. Como los hechos no interesan, los errores tampoco son significativos. Así, entre los "ungidos" abundan los profetas (....) Pueden haberse equivocado lapidariamente hasta anteayer respecto de como organizar la economía (abogando por fracasados estatismos) o cómo fundar la sociedad polìtica (obnubilados por las "democracias populares"), pero eso no los inhabilita para pontificar sobre el futuro de una y otra.
Para los "ungidos", toda controversia esconde una asimetría.
En todo debate es normal que las partes argumenten intentando demostrar el error de la otra. Los "ungidos" van más lejos. Sus contradictores no sòlo están equivocados; además son inmorales, tienen objetivos inconfesables, defienden intereses ilegítimos, o todo ello al mismo tiempo. Por ello es que los "ungidos" en un debate, primero descalifican, y luego argumentan. Todo punto de vista contrario será estigmatizado como smplista, absurdo o deshonesto. Por eso, cuando los "ungidos" debaten lo hacen en defensa de "principios"; en cambio, sus adversarios arguyen para proteger "odiosos intereses".
La asimetría consiste en que la Concertación nunca discute en un plano de igualdad intelectual ¿còmo podría, si ella además se atribuye una falsa superioridad moral?
Para los "ungidos," aunque se proclame lo contrario, la opinión de los afectados tampoco importa demasiado. Ellos habitualmente se adjudican, sin consulta previa, su opinión. "El pueblo quiere", "la gente necesita", "el país exige".... son muletillas habituales. Y cada vez que hay una divergencia seria entre lo que supuestamente "el pueblo quiere" y lo que el pueblo efectivamente dice que quiere, la explicación es obvia: el pueblo ha sido manipulado por los medios de comunicación en manos de los grupos económicos . No es de extrañar. los "ungidos" son superiores y, por ende, siempre saben, mejor que los propios interesados, aquéllo que a éstos les conviene.
Según los "ungidos", los problemas públicos existen por dos razones:
En primer lugar, porque estos problemas tienen causas que no serían sistémicas o estructurales, sino intencionales. Siempre se puede culpar a alguien por los males, salvo, claro está, a ellos mismos. La raíz de las dificultades se halla siempre en otra parte. Los ejemplos abundan: el subdesarrollo es "culpa" de los paises avanzados; como así también la teoría del "centro-periferia", la brecha "Norte-Sur" y ahora la pérfida globalización. Esa es una buena coartada para esquivar la propia responsabilidad (N. de la R. en Chile, los empresarios, actuales culpables de todos los errores e ineficiencias del Estado).
En segundo lugar, los problemas existen -y no se resuelven- porque los demás no se suman a sus soluciones luminosas. En el fondo, ello ocurre porque sus contradictores no comparten su sabiduría y, sobre todo, su virtud"
¿se dan cuenta? ¿les recuerdan estas características, las frases cliché de Bachelet, Lagos u otros muchos personeros de la Concertación? Este análisis parece hecho a medida de nuestros actuales gobernantes. Si analizan a los comentaristas de izquierda en este y otros blogs, se darán cuenta de que coinciden como llave y cerradura con este tipo de personaje definido por Sowell. Así, uno se da cuenta por qué ellos se atribuyen absurdamente una superioridad moral inexistente, sin siquiera arrugarse, por qué nunca piden perdón o reconocen un error propio, por qué nunca aceptan los argumentos contrarios, por más categóricos e indesmentibles que ellos sean.
De modo que, intentar debatir con gente así resulta, a priori, inutil. Intentar convencerlos con argumentos sólidos, una pérdida de tiempo.
Sólo hay que dejarlos atrás, a la vera del camino hacia el desarrollo, hablando solos.
Sólo vale la pena debatir con quiénes estén seriamente dispuestos a hacerlo.
PROGRESISTA : LOS AUTOCONSIDERADOS "UNGIDOS"
Thomas Sowell, economista afroamericano que ostenta el título de Doctor en Economía de la Hoover Institution, Universidad de Stanford, EEUU, escribió un libro titulado "Conflicto de visiones". En él, Sowell realiza una magistral descripción del pensamiento y las actitudes de los "ungidos", personeros petenecientes en su inmensa mayoría a los sectores progresistas y socialistas de todo el mundo, que se atribuyen una supuesta superioridad moral y actúan de acuerdo a este absurdo concepto. Al leerla, uno se da cuenta que este tipo humano y sus métodos calzan exactamente con el perfil de muchos concertacionistas y socialistas extraconcertacionistas que pululan (¿parasitan?) en Chile. Al leerlo, uno no puede evitar que se vayan viniendo a la mente los rostros de insignes personajes públicos, asi como también de multiples bloggeros izquierdistas que comparten las mismas actitudes.
Cito el resumen de Sowell presente en "El Desalojo" , el notable libro de Allamand (pag. 145-147):
"Para los "ungidos", los hechos importan poco.
Mucho más relevante son sus opiniones acerca de los problemas. Y cuando hechos y visión no coinciden, peor para los primeros. Como los hechos no interesan, los errores tampoco son significativos. Así, entre los "ungidos" abundan los profetas (....) Pueden haberse equivocado lapidariamente hasta anteayer respecto de como organizar la economía (abogando por fracasados estatismos) o cómo fundar la sociedad polìtica (obnubilados por las "democracias populares"), pero eso no los inhabilita para pontificar sobre el futuro de una y otra.
Para los "ungidos", toda controversia esconde una asimetría.
En todo debate es normal que las partes argumenten intentando demostrar el error de la otra. Los "ungidos" van más lejos. Sus contradictores no sòlo están equivocados; además son inmorales, tienen objetivos inconfesables, defienden intereses ilegítimos, o todo ello al mismo tiempo. Por ello es que los "ungidos" en un debate, primero descalifican, y luego argumentan. Todo punto de vista contrario será estigmatizado como smplista, absurdo o deshonesto. Por eso, cuando los "ungidos" debaten lo hacen en defensa de "principios"; en cambio, sus adversarios arguyen para proteger "odiosos intereses".
La asimetría consiste en que la Concertación nunca discute en un plano de igualdad intelectual ¿còmo podría, si ella además se atribuye una falsa superioridad moral?
Para los "ungidos," aunque se proclame lo contrario, la opinión de los afectados tampoco importa demasiado. Ellos habitualmente se adjudican, sin consulta previa, su opinión. "El pueblo quiere", "la gente necesita", "el país exige".... son muletillas habituales. Y cada vez que hay una divergencia seria entre lo que supuestamente "el pueblo quiere" y lo que el pueblo efectivamente dice que quiere, la explicación es obvia: el pueblo ha sido manipulado por los medios de comunicación en manos de los grupos económicos . No es de extrañar. los "ungidos" son superiores y, por ende, siempre saben, mejor que los propios interesados, aquéllo que a éstos les conviene.
Según los "ungidos", los problemas públicos existen por dos razones:
En primer lugar, porque estos problemas tienen causas que no serían sistémicas o estructurales, sino intencionales. Siempre se puede culpar a alguien por los males, salvo, claro está, a ellos mismos. La raíz de las dificultades se halla siempre en otra parte. Los ejemplos abundan: el subdesarrollo es "culpa" de los paises avanzados; como así también la teoría del "centro-periferia", la brecha "Norte-Sur" y ahora la pérfida globalización. Esa es una buena coartada para esquivar la propia responsabilidad (N. de la R. en Chile, los empresarios, actuales culpables de todos los errores e ineficiencias del Estado).
En segundo lugar, los problemas existen -y no se resuelven- porque los demás no se suman a sus soluciones luminosas. En el fondo, ello ocurre porque sus contradictores no comparten su sabiduría y, sobre todo, su virtud"
¿se dan cuenta? ¿les recuerdan estas características, las frases cliché de Bachelet, Lagos u otros muchos personeros de la Concertación? Este análisis parece hecho a medida de nuestros actuales gobernantes. Si analizan a los comentaristas de izquierda en este y otros blogs, se darán cuenta de que coinciden como llave y cerradura con este tipo de personaje definido por Sowell. Así, uno se da cuenta por qué ellos se atribuyen absurdamente una superioridad moral inexistente, sin siquiera arrugarse, por qué nunca piden perdón o reconocen un error propio, por qué nunca aceptan los argumentos contrarios, por más categóricos e indesmentibles que ellos sean.
De modo que, intentar debatir con gente así resulta, a priori, inutil. Intentar convencerlos con argumentos sólidos, una pérdida de tiempo.
Sólo hay que dejarlos atrás, a la vera del camino hacia el desarrollo, hablando solos.
Sólo vale la pena debatir con quiénes estén seriamente dispuestos a hacerlo.
Labels: filosofia socialista, progresismo, Sowell, superioridad moral
Comments:
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Primero te descalifican de fascistas' y luego argumentan. O bien, se creen la muerta al autodenominarse 'progresistas' como si los otros fuesen anticuados. Y al denominarse así, obvian toda argumentación.
Muy buena descripción. Es un retrato "echo a mano" de la psicología progre.
Aparte de "progresistas" se autodenominan "del mundo de la cultura". Así además quedas de ignorante y de paso les sirve para recoger alguno que otro subsidio huacho.
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Aparte de "progresistas" se autodenominan "del mundo de la cultura". Así además quedas de ignorante y de paso les sirve para recoger alguno que otro subsidio huacho.
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