Tuesday, October 18, 2011
DEMOSTRADO: SI NO PARTICIPA LA IZQUIERDA EN UNA MARCHA ,
ESTA PUEDE SER PACIFICA
EXITOSA Y PACIFICA MARCHA POR LA
"ALEGRIA DE SER CATOLICO"
Foto: Lanacion.cl
El pasado sábado 15 de octubre se realizó en las principales calles de Santiago una masiva marcha , con al menos 45.000 participantes, llamada marcha Por la Alegría de Ser Católico. A diferencia de las innumerables marchas estudiantiles y de grupos izquierdistas con distintas caretas (pro mapuches, seudoecológicas, etc) que han asolado nuestro pais en los ultimos 5 meses, en esta marcha, pese a su masividad, no hubo ningún incidente, saqueo, vandalismo, ataques a carabineros, siendo apenas necesarios unos pocos efectivos para resguardarla. Esto deja en evidencia que, si no hay participación de las hordas de extrema izquierda y anarquistas, una manifestación masiva en Chile puede perfectamente desarrollarse con plena normalidad y respeto a la ciudadanía que no participa en ella.
Otra característica de esta marcha fue que su organización no corrió por parte de los Obispos chilenos, muchos de los cuales parecen más interesados en criticar sin misericordia al sistema de libertades vigente y en crear el Reino de Dios en la Tierra con recetas históricamente fracasadas que en preocuparse de la trascendencia de la espiritualidad católica. Pero fueron los jóvenes laicos y un grupo de personeros mayores, como Ronald Bown o José Antonio Kast, quienes estuvieron participando activamente en ella. No es casualidad que todos sean afines a la verdadera derecha , ya que la alegría de ser católicos no es algo inherente a los seudocatólicos de izquierda, para quienes el odio (de clases, en cualquiera de sus formas "boutique" actuales) es su principal motor, y ahi no cabe la alegría.
Un ejemplo aíslado , que roza lo ridículo, de este último enfoque que pretendió sin éxito "tomarse" el sentido de esta iniciativa, lo podemos leer en esta opinión publicada en un sitio de Flickr. Leánla , por favor, se caerán de espaldas ante tamaña estupidez. Pero afortunadamente son casos aislados.
Así informó Emol.com el desarrollo de esta marcha:
"Centenares de personas, vestidas mayoritariamente de blanco, salían del Metro Baquedano o llegaban caminando desde Providencia, Vicuña Mackenna y la Alameda hasta Plaza Italia.
Adherían a la convocatoria en el color de la vestimenta, pero familias, amigos, agrupaciones católicas, colegios y pastorales marcaban igualmente su presencia con coloridos carteles y cánticos, que se entremezclaban con bailes religiosos y marchas entonadas por bandas instrumentales de distintas escuelas.
Pasadas las 12:30 horas del sábado, era tanta la gente congregada -40 mil personas según la Intendencia Metropolitana- que debieron comenzar a marchar, ocupando toda la calzada sur de Alameda hasta llegar a la iglesia San Francisco, donde estaba instalado el escenario.
"La alegría de ser católico" fue el nombre de la convocatoria, organizada por un grupo de entre 10 y 15 jóvenes laicos que demostraron una gran capacidad para movilizar gente. Lograron generar un movimiento inclusivo desde la base de la Iglesia: sus fieles.
Su mensaje incluso logró que quien liderara la marcha fuese el propio Arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, quien luego leería una bendición enviada desde el Vaticano por Benedicto XVI para todos los asistentes a la cita.
Los convocantes reconocen el evento como un éxito absoluto. Ronald Bown, uno de los organizadores, aseguró en su discurso ante la multitud, hablándole a la Iglesia Católica, que "nos comprometemos a apoyarte mucho más, a quererte mucho más, a estar siempre a tu lado con nuestra oración, trabajo y alegría".
El sentir de los organizadores era el mismo de los asistentes. "Venimos porque queremos darle un espaldarazo a nuestra iglesia en un momento difícil", cuenta Roberto Walker, quien asistió con su señora, hijos y amigos.
Apenas un puñado de carabineros se vieron a lo largo del recorrido de la caravana, donde había desde niños de todas las edades hasta adultos mayores que caminaron con la cara pintada, entremedio de banderas, y con un orden y civilidad casi olvidadas luego de las diversas manifestaciones de los últimos meses en el mismo lugar.
_________
"A la Iglesia se la prejuicia con que somos fomes, y mira la alegría de esta fiesta; que estamos en decadencia y aquí queda en evidencia su fortaleza".
MANUEL ÓRDENES
VOCERO DE LOS ORGANIZADORES
Ronald Bown
Organizador
"Más que el número de gente, que fue mucha, rescato la alegría, la unidad de la gente, que es fiel reflejo de lo que es la Iglesia".
Gonzalo Cruzat
Papá de Felipe Cruzat
"Estamos en un minuto donde los laicos debemos mostrar la fuerza de la Iglesia, que no son sólo los sacerdotes, sino también la comunidad".
Ignacio Sánchez
Rector de la UC
"Convoca la comunidad católica de base, y en ese sentido para nosotros es una gran alegría poder compartir en un ambiente festivo la buena nueva de Jesús".
José Antonio Kast
Diputado UDI
"Es bueno que la gente que cree en algo lo manifieste. Los católicos demuestran que se puede marchar con entusiasmo, alegría, y en familia".
ESTA PUEDE SER PACIFICA
EXITOSA Y PACIFICA MARCHA POR LA
"ALEGRIA DE SER CATOLICO"
Foto: Lanacion.cl
El pasado sábado 15 de octubre se realizó en las principales calles de Santiago una masiva marcha , con al menos 45.000 participantes, llamada marcha Por la Alegría de Ser Católico. A diferencia de las innumerables marchas estudiantiles y de grupos izquierdistas con distintas caretas (pro mapuches, seudoecológicas, etc) que han asolado nuestro pais en los ultimos 5 meses, en esta marcha, pese a su masividad, no hubo ningún incidente, saqueo, vandalismo, ataques a carabineros, siendo apenas necesarios unos pocos efectivos para resguardarla. Esto deja en evidencia que, si no hay participación de las hordas de extrema izquierda y anarquistas, una manifestación masiva en Chile puede perfectamente desarrollarse con plena normalidad y respeto a la ciudadanía que no participa en ella.
Otra característica de esta marcha fue que su organización no corrió por parte de los Obispos chilenos, muchos de los cuales parecen más interesados en criticar sin misericordia al sistema de libertades vigente y en crear el Reino de Dios en la Tierra con recetas históricamente fracasadas que en preocuparse de la trascendencia de la espiritualidad católica. Pero fueron los jóvenes laicos y un grupo de personeros mayores, como Ronald Bown o José Antonio Kast, quienes estuvieron participando activamente en ella. No es casualidad que todos sean afines a la verdadera derecha , ya que la alegría de ser católicos no es algo inherente a los seudocatólicos de izquierda, para quienes el odio (de clases, en cualquiera de sus formas "boutique" actuales) es su principal motor, y ahi no cabe la alegría.
Un ejemplo aíslado , que roza lo ridículo, de este último enfoque que pretendió sin éxito "tomarse" el sentido de esta iniciativa, lo podemos leer en esta opinión publicada en un sitio de Flickr. Leánla , por favor, se caerán de espaldas ante tamaña estupidez. Pero afortunadamente son casos aislados.
Así informó Emol.com el desarrollo de esta marcha:
"Centenares de personas, vestidas mayoritariamente de blanco, salían del Metro Baquedano o llegaban caminando desde Providencia, Vicuña Mackenna y la Alameda hasta Plaza Italia.
Adherían a la convocatoria en el color de la vestimenta, pero familias, amigos, agrupaciones católicas, colegios y pastorales marcaban igualmente su presencia con coloridos carteles y cánticos, que se entremezclaban con bailes religiosos y marchas entonadas por bandas instrumentales de distintas escuelas.
Pasadas las 12:30 horas del sábado, era tanta la gente congregada -40 mil personas según la Intendencia Metropolitana- que debieron comenzar a marchar, ocupando toda la calzada sur de Alameda hasta llegar a la iglesia San Francisco, donde estaba instalado el escenario.
"La alegría de ser católico" fue el nombre de la convocatoria, organizada por un grupo de entre 10 y 15 jóvenes laicos que demostraron una gran capacidad para movilizar gente. Lograron generar un movimiento inclusivo desde la base de la Iglesia: sus fieles.
Su mensaje incluso logró que quien liderara la marcha fuese el propio Arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, quien luego leería una bendición enviada desde el Vaticano por Benedicto XVI para todos los asistentes a la cita.
Los convocantes reconocen el evento como un éxito absoluto. Ronald Bown, uno de los organizadores, aseguró en su discurso ante la multitud, hablándole a la Iglesia Católica, que "nos comprometemos a apoyarte mucho más, a quererte mucho más, a estar siempre a tu lado con nuestra oración, trabajo y alegría".
El sentir de los organizadores era el mismo de los asistentes. "Venimos porque queremos darle un espaldarazo a nuestra iglesia en un momento difícil", cuenta Roberto Walker, quien asistió con su señora, hijos y amigos.
Apenas un puñado de carabineros se vieron a lo largo del recorrido de la caravana, donde había desde niños de todas las edades hasta adultos mayores que caminaron con la cara pintada, entremedio de banderas, y con un orden y civilidad casi olvidadas luego de las diversas manifestaciones de los últimos meses en el mismo lugar.
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"A la Iglesia se la prejuicia con que somos fomes, y mira la alegría de esta fiesta; que estamos en decadencia y aquí queda en evidencia su fortaleza".
MANUEL ÓRDENES
VOCERO DE LOS ORGANIZADORES
Ronald Bown
Organizador
"Más que el número de gente, que fue mucha, rescato la alegría, la unidad de la gente, que es fiel reflejo de lo que es la Iglesia".
Gonzalo Cruzat
Papá de Felipe Cruzat
"Estamos en un minuto donde los laicos debemos mostrar la fuerza de la Iglesia, que no son sólo los sacerdotes, sino también la comunidad".
Ignacio Sánchez
Rector de la UC
"Convoca la comunidad católica de base, y en ese sentido para nosotros es una gran alegría poder compartir en un ambiente festivo la buena nueva de Jesús".
José Antonio Kast
Diputado UDI
"Es bueno que la gente que cree en algo lo manifieste. Los católicos demuestran que se puede marchar con entusiasmo, alegría, y en familia".
Labels: Iglesia Catolica, marchas pacificas
Comments:
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Cristian La diferencia es que los católicos están celebrando y los otros están protestando. Y los católicos quieren mejorar lo que tenemos y los otros quieren terminar con lo que tenemos. Y unos son gente normal y los otros si fueran normales no serían comunistas.
Lo único que me alegró de todo esto es que los católicos alegres y pacíficos cuadruplicaron a los indignados resentidos. Aunque seguramente si Camila hubiese estado en Chile diría que a la marcha de los indignados fueron 100 mil personas.
Javier, no sé, esa noche no vi las noticias, pero parece que la mencionaron (no podían evitarlo por la gran cantidad de asistentes que convocó). En todo caso, en Internet tuvo mayor cabida que la afrentosa indiferencia que cubrió a la Marcha por la Familia del 31 de julio, que sólo fue comentada en Latercera.com.
Hoy lei un interesante artículo de Héctor Sotoeln La Tercera, del que rescato algunos párrafos: "El debate educacional amenaza tirar por la borda más de 30 años de un paciente trabajo de focalización del gasto social chileno a favor de los más pobres. La idea ahora pareciera ser armar un estado de bienestar de garantias universales con cargo al erario precisamente en momentos en que medio mundo está huyendo de ese Frankestein, porque asfixia la economía, destruye el empleo, produce espejismos y genera frustración social".
"Lo que vende en este momento es más bien el doble standard y el disparate. Por ejemplo, decir que se está a favor de la calidad de la educación y destruir los establecimientos; acusar de intransigencia al minuto después de haber tirado violentamente el mantel de la mesa de dialogo.; revestir con los ropajes de la educación desencuentros que tienen que ver con lo que siempre ha tenido que ver una forma de entender la política, esa que se reduce a la cruda captura de cuotas de poder por la fuerza"
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"Lo que vende en este momento es más bien el doble standard y el disparate. Por ejemplo, decir que se está a favor de la calidad de la educación y destruir los establecimientos; acusar de intransigencia al minuto después de haber tirado violentamente el mantel de la mesa de dialogo.; revestir con los ropajes de la educación desencuentros que tienen que ver con lo que siempre ha tenido que ver una forma de entender la política, esa que se reduce a la cruda captura de cuotas de poder por la fuerza"
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