Monday, December 25, 2006

 
TESTAMENTO POLITICO DEL GENERAL PINOCHET




Este día de Navidad de 2006, el presidente de la Fundación Pinochet, Hernán Guiloff, entregó a los medios una carta-testamento político redactado por el propio Augusto Pinochet hace 2 años, con el compromiso de ser dado a conocer una vez que el General falleciera.
Este es su texto integro:

"Mensaje a mis compatriotas, para ser difundido a mi fallecimiento.

Chilenos, sin excepción:

Muchas veces hice llegar mi pensamiento a ustedes durante mi vida pública. Especial recuerdo hago de mis comunicaciones desde mi cautiverio en Londres.

Ahora, con esfuerzo, he hilvanado los siguientes pensamientos que surgen desde lo profundo de mis sentimientos y convicciones.

Quiero despedirme de uestede con mucho cariño. Entiendo que esto parecerá incomprensible para mucísimos, pero es así.

En mi corazón no he dejado lugar para el odio. He recorrido muchos años y entiendo del amor y del dolor.

Yo elegí la carrera militar por amor a la Patria. El que he mantenido sin alteración desde el primer día que entré a la escuela Militar y, ahora, al irme de este mundo, aquel sentimiento llena mi espíritu enteramente.

Amo a la Patria; amo a todos ustedes. Por amor se pueden hacer muchas cosas buenas y muchas malas. Acertadas y erróneas. Yo nunca imaginé entrar a la Gran Historia de mi país, pero así ocurrió.

En transcurrir público de éste se fue transformando desde decir "en Chile nunca pasa nada", a un precipitado de dramáticos acontecimientos.

No quiero entrar en análisis mayores, propio de historiadores pero sí hacerlo respecto a afirmaciones profesionales y humanas que son las que me interesa comunicarles a ustedes.

Década conflictiva

Yo, como militar, percibí la gravísima y compleja situación que se avecinaba mientras avanzaba la década de los setenta.

Nadie podrá discutir que el mundo entraba en un enfrentamiento global, ideológico y miltiar, al que se llamó la "guerra fría". Cada día los conflictos se agrandaban más, se calentaba más esa "guerra" y eran más complejos, en especial, para una mirada observadora militar.

Los ángulos comprometidos en esa guerra crecían día a día y abarcaban la casi totalidad de los planos de la vida, pública y privada de la gente.

Crecía y presionaba al hombre común ese sino tan trágico de una guerra, o tú o yo, con el agravante que el dilema se extendía a la comunidad toda internacional, algo así como una guerra total y sin cuartel.

Un militar no podría restarse a este panorama, porque era muy sombrío, debía prepararse para lo mejor y para lo peor, ecuación clave en una estrategia profesional.

Chile empezó a arder y se encajonaba, sin escape objetivamente, en mi concepto, a tres posibilidades (esto que lo entiendan las personas jóvenes, nacidas con posterioridad a la crisis).

-A una guerra civil, sin cuartel, "de ventana a ventana", con miles y miles de personas muertas.

-A una imposición de una dictadura llamada del proletariado, ideológica, marxista leninista, con la pérdida total de la libertad política y del Estado de Derecho;

-Y, a una reacción conjunta de civiles y militares para elimnar tajantemente las anteriores. Nadie discute que la inmensa mayoría de la población se inclinaba por ésta última alternativa.

Chilenos, amigos sin exclusión. Una guerra internacional, o una civil, es algo atroz. Lo peor que le puede ocurrir a una sociedad. La guerra, por esto, hay que evitarla hasta donde sea posible.

Los adultos que vivieron el tiempo del pronunciamiento militar se dieron cuenta cabal que la única opción realista era esto último.

Hubo que actuar para cubrir eficazmente todos los ángulos de un enfrentamiento amplio, porque explícitamente los partidos de Gobierno sostenían que la vía armada era la única forma de alcanzar el poder, a la corta o a la larga.

Creo que nunca de manera tan contundente se había amenazados una guerra civil en nuestro país o en otra parte del mundo. Si a lo anterior se agregan el sinnúmero de ratificaciones de hecho y retóricas que confirmaban tales propósitos, hicieron más explicable la intervención militar.

Había, pues, que actuar con el máximo rigor y sostenidamente hasta conjurar cualquier extensión del conflicto que se anunciaba.

Si no se procedía, así, la acción militar habría terminado en un fiasco, y eso hubiera provocado en el pueblo por muchos años consecuencias negativas en extremo dolorosas.

El 73, por las citadas caracteristicas del contrincante, fue preciso emplear diversos procedimientos de control militar, como reclusión transitoria, exilios autorizados, fusilamientos con juicio militar.

En muchas muertes habidas y en los desaparecimientos de cuerpos es muy posible que no se logre jamás un conocimiento acabado del cómo o por qué ocurrieron. No se puede descargar con simpleza la responsabilidad de un sinnúmero de extralimitaciones porque no hubo un plan institucional para ello. Los conflictos graves son así y siempre serán así: Fuente de abusos y exageraciones.

¿Pero cómo tantos no han querido o podido entender la extrema gravedad de la amenaza si todo el contexto nacional e internacional avaaba su existencia?

En los enfrentamientos habidos en la Historia el resultado en cuanto a pérdidas de vidas y las deshumanizaciones son parte de su definición.

Lo anterior no va en búsqueda de atenuantes a los excesos, sino a recordar su presencia insoslayable.

Yo, como Presidente de la República y comandante en jefe del Ejército actué como les dije, con rigor, pero con mucha más flexibilidad que la que se me reconoce, por lo que yo siempre me refería a una "dictablanda".

Mientras el fanatismo ideológico y armado constituyera un peligro para la estabilidad, no era posible bajar las manos.

Chilenos todos: ¡Cómo quisiera que no hubiese sido necesaria la acción del 11 de septiembre de 1973!

¡Cómo hubiera querido que la ideología marxista leninista no se hubiera interpuesto en nuestra vida patria!

¡Cómo hubiese deseado que el Presidente Salvador Allende no hubiere incubado en su ideario el propósito de transformar a nuestra Patria en una pieza más del tablero dictarorial marxista!

Las guerra traen dolores muy difíciles de sanar.

Los parientes y amigos de compatriotas nuestros caídos en el enfrentamiento fraticida tendrán para siempre un recuerdo negro de lo ocurrido.

Yo voy a misa y comulgo. Nunca dejo de pensar en las heridas abiertas.

Cómo me gustaría andar en las calles, saludando, consolando, ayudando...

Mi destino es un tipo de destierro y soledad que jamás hubiera pensado, y menos deseado.

Para terminar, con toda sinceridad declaro estar orgulloso de la enorme acción que hubo que realizar para impedir que el marxismo leninismo alcanzara el poder total, y también, para que mi entrañable Patria fuera una "gran nación", como fue el lema que desde el principio inspiró a la Junta de Gobierno. De eso, nunca dudaré, sin una pizca de vacilación.

De repetirse la experiencia hubiere deseado, sin embargo, mayor sabiduría.

Augusto Pinochet Ugarte"Capitán general, Ex Presidente de la República, ex senador de la República, ex Comandante en Jefe del Ejército."

¡ Qué gran paso hacia la reconciliación de los sectores de Chile que no lo están, hubiera sido haber podido leer una carta del mismo tono y tenor, de parte de alguno de los dirigentes socialistas que llevaron a las situaciones que culminaron, como unica salida y mal menor, con el Golpe militar de 1973!

¡Qué bien habría hablado de Gladys Marín, por ejemplo, si al culminar su vida hubiera sido capaz de dejar un testamento político con la altura de miras de aquél dejado por Pinochet, dejando de lado el odio atávico que la caracterizó durante su vida !

¡Qué pocos gestos de autocrítica o superación del odio, prácticos o escritos, han salido de parte de la Izquierda durante estos años!

Esa es la gran diferencia entre quienes desean realmente ver unidos a los chilenos, y por otro lado, a quienes les sirve electoralmente que se mantenga esta desunión por mucho tiempo.
Sólo por no ser capaces de perdonar y olvidar.

Porque la realidad històrica a la que hace referencia esta carta, la intencion de instaurar una dictadura marxista en Chile esta fuera de toda duda. Prueba de ello son las multiples declaraciones de intencion de personeros de izquierda de la epoca, asi como los nuevos antecedentes recogidos por Victor Farias en el Archivo Federal de Berlin en su nuevo libro, tal como esta declaracion de Luis Corvalan, fechada en julio de 1973 : "Partido Comunista (PC) ha pasado de pensar que un enfrentamiento armado es inevitable en este proceso a la certeza de que la lucha armada contra las fuerzas reaccionarias del país será prácticamente inevitable".Continúa: "El PC se prepara con todos los medios posibles. El 50% de todo el partido está ocupado únicamente con estos preparativos y trabaja en la ilegalidad..."

Alguno de mis visitantes de Izquierda, ¿podrìa mencionar alguna declaracion publica surgida de su sector durante los ultimos años, que vaya acompañada de una autocritica y un deseo de reconciliacion como esta carta pòstuma?


Comments:
Es como pedirle peras al olmo. Uno esperaría honestidad intelectual de la izquierda.Yo esperaba del academico Ricardo Lagos honestidad intelectual. Nada. El hecho de que Bachelet cuando asumió el mando, parafrasease a Allende, significa que lo revindican. Sólo un estúpido hombre blanco de izquierda me revindicar a Allende.
Luego el otro es el culpable de los desastres del socialismo.
 
Concuerdo con Javier.
Si no lo hicieron en su momento jamàs haràn un reconocimiento a sus errores que llevaron a la existencia de un Gobierno Militar.
Por lo menos algunos reconocen la corrupciòn... estamos avanzando.
Un abrazo.
 
La verdad es que no creo en que se alcance la reconciliación en el corto o mediano plazo. La muerte del Presidente Pinochet demostró cuan abiertas están viejas heridas y qué poco se ha avanzado en cicatrizarlas. La carta de Pinochet, que no es propiamente un testamento político, aunque tiene un gran significado histórico que sabrá apreciarse en su debido momento, es un avance al respecto. Una actitud que aquellos que apreciamos la Obra Restauradora de su gobierno debemos apreciar y seguir.

Dudo que los culpables del quebrantamiento institucional y la violencia política desatada durante la protodictadura de Allende reconozcan su responsabilidad, pero ello no implica que nosotros hemos de quedarnos de brazos cruzados negándonos a la reconciliación porque ellos no han pedido disculpas.

Dicen que el tiempo sana todas las heridas, ello es particularmente cierto en los procesos históricos difíciles como el que tuvo que vivir nuestra Patria. Quizás el fallecimiento de mi Capitán General y su generosa carta sea el primer paso que debamos dar nosotros para, al menos, tener una mejor disposición hacia el adversario, aunque no compartamos sus posturas.

Lo importante es continuar con el primer paso, que ya lo ha dado nuestro Presidente Pinochet. La reconciliación llegará en su debido momento.
 
Se me olvidaba, gracias por visitar mi blog y postear. Visito frecuentemente tu blog, pero soy re malo pa comentar. Ahora en vacaciones pretendo abandonar mi pereza posteadora.

Saludos
Matías
 
¿pero eso no lo escribió bombo fica?

basurita para la historia

y seguir justificando mas de 3000 muertos no da para comulgar.

mi testamento va a ser mejor que esa porqueria barata que se la escribio el bisnieto.

ni muerto deja de dar pena
 
oye se te olvido colocar el censurador de opiniones.
 
De la izquierda hasta ahora sólo se han visto declaraciones aisladas, como las de Viera-Gallo, Guastavino y otros.

Por su parte, los tontos útiles de la derecha criticaron el documento del ex Presidente porque "no se refirió" a lo que pasó después de 1974. Alguien tendría que explicarles que para 1974 ya había ocurrido más de dos tercios de toda la violencia política registrada en el período.
 
Rafael tiene toda la razón.
 
Racarras: no sabes con cuanta ansiedad espero tus comentarios, porque tienden a dar a conocer un fundamentado punto de vista ante lo comentado, que abre nuestros ojos ante nuevos y sólidos argumentos que expones siempre con detalle.

Te diría que tu aporte y método frente a la discusión e intercambio de ideas, nada tiene que envidiarle al PPD y sus sólidas argumentaciones para expulsar del partido a Schaulsohn.

Tus verdades, y las de este gobierno, son en verdad incontrarrestables e indiscutibles ¿para qué, me cuestiono yo mismo respecto a mi blog, esforzarse en desmentir lo sólidamente indesmentible?
 
Que tristes los comentarios del tal racarrás.. delata el tipo de "gente" que es...

... mejor visita mi blog y disfrutalo:

http://nochedepumas.blogspot.com
 
Sobre el testamento politico de Pinochet coincido en muchos de sus puntos.. especialmente al peligro en el que se encontraba el país
 
Que tal Cristian, como te trató el viejo pascuero...a mi me trajo una gripe muy desagradable...Copié el texto del gral y despues lo comento...
 
Gracias por este artículo!
 
Bueno, es díficil comentar una vez que ya se armó la discusión. Concuerdo con los comentarios de Rafael y Javier Bazán. Encuentro completamente imposible pedir ética y moral a sectores que no la aceptan, porque ni siquiera la conocen.
 
Leí la carta; muy honesta, patriótica y llena de emociones. A pesar de que es obvio el sufrimiento sicológico que tuvo, siempre estuvo convencido de que hizo lo correcto por Chile...
 
Francisco: espero que te vayas recuperando de la gripe.
¿echas de menos las navidades soleadas y calurosas del Hemisferio Sur?
Saludos, y felicidades para el 2007.
 
uy que sarcástico, debes ser una lumbrera infinita para usar así la ironía, te amo.
 
Lo más grave de Pinochet fue su autoritarismo, el haber convertido la alegria de los chilenos, cambiar su forma de ver la vida. Hoy los chilenos han perdido la alegria de vivir, son tambien autoritarios en alguna medida. Es buen tema para la sicologia social como un gobierno autoritario puede cambiar la sicologia de un pueblo, volverlo desconfiado, temeroso de jugarse por lo que considera bueno. Un gobierno autoritario es un gobierno que desalienta el heroísmo, sea Pinochet, Castro, Stalin o Hitler.
 
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