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40 AÑOS DEL EPISODIO DE CHAPPAQUIDDICK,
QUE MOSTRO AL MUNDO
LA COBARDIA DE EDWARD KENNEDY

En la noche del 18 de julio de 1969, sólo 3 días antes de que el hombre, a bordo del Apolo XI, pisara por primera vez la Luna, Edward Ted Kennedy se encontraba en Martha´s Vineyard, en la isla de Chappaquiddick, Massaachussets, en una fiesta dedicada a las "Boiler´s Room Girls", un grupo de cinco mujeres jóvenes que habían trabajado durante el año anterior en la campaña presidencial de su asesinado hermano Robert Kennedy. Tras abandonar la fiesta, Ted Kennedy conducía su Oldsmobile 1967 llevando a una de las asistentes a la fiesta, Mary Jo Kopechne, de 28 años, como su pasajera, cuando perdió el control del vehículo en el puente Dike, cayendo a una laguna. Kennedy salió del auto hundido y nadó hasta la orilla, sin intentar sacar de alli a Kopechne, quien murió ahogada en el lugar. Luego, Ted Kennedy abandonó el lugar y no dió aviso a las autoridades hasta que la policía halló el vehículo y el cuerpo de Kopechne al día siguiente. A las 9 de la mañana del día 19 de julio, después de haber dormido en su hotel, de haberse afeitado y cambiado de ropa, Edward Kennedy se dirigió a la estación de policía de Cape Cod y declaró ser el conductor del auto que habían visto hundido en la bahia de Cape Cod.
El 25 de julio, acorralado por las evidencias, Kennedy admitió haber sido culpable de abandonar la escena del accidente y se le condenó a una sentencia un año de libertad condicional y dos meses de cárcel, la que fue suspendida inmediatamente. Kennedy habló en cadena nacional, expresando "considero indefendible el hecho de no haber reportado inmediatamente el hecho a la policía", pero negó haber estado conduciendo bajo los efectos del alcohol ni haber tenido una conducta inmoral con su pasajera como causa del accidente.



Mary Jo Kopechne

En enero de 1970 se llevó a cabo una investigación acerca de las circunstancias de la muerte de Kopechne en Edgartown, Massachussets, conducido excepcionalmente en secreto a petición de los abogados de Kennedy. La conclusión del Juez Boyle, a cargo del caso, fue que "la conducción descuidada parece haber contribuido a la muerte de Mary Jo Kopechne". Bajo las leyes estatales, Boyle podría haber ordenado su detención, pero optó por no hacerlo. Un Gran Jurado de Massachussetts, estado verdadero feudo de la familia demócrata Kennedy y en donde su poder es inmenso, concluyó en abril de 1970 una breve investigación sin culpabilidad. Esta situación , en la cual Ted Kennedy demostró al menos su cobradía y falta de humanidad al negar ayuda inmediata o remota a su acompañante (sin que hasta ahora se haya podido conocer si hubo algun otro delito involuicrado en los misteriosos hechos), no se tradujo en repercusiones legales para el Senador, gracias al peso enorme de la influencia de esta familia en su comunidad, pero frustró definitivamente para él cualquier carrera presidencial en el futuro. La razón era obvia: si una persona era capaz de reaccionar de este modo y ocultar hasta lo imposible la grave situación en la que involucró a su acompañante, ¿qué cabría esperar de él a la hora de estar al mando de la nación más poderosa del planeta en plena Guerra Fría?
Durante 25 años el fantasma de Chappaquiddick persiguió, frustró y finalmente terminó con sus ambiciones políticas a la presidencia de los EEUU.
Todas las conjeturas posibles han ido llenando desde entonces cada segundo del tiempo que transcurrió entre las 11 de la noche del 18 de julio y las 9 de la mañana del día siguiente. Quizás el senador había bebido en exceso y después sufrió un shock que le impidió reaccionar a tiempo. Quizás volvió a la fiesta a pedir ayuda para rescatar a Mary Jo. Quizás le ayudaron a empujar el coche al agua y realmente no hubo tal accidente.

Ninguna de las suposiciones se aclaró nunca. Ni siquiera si el senador trató en vano de ayudar a que Mary Jo saliera del coche ni por qué ella tenía sangre en la espalda o por qué el coche tenía unos golpes en las puertas que no habían sido producidos por la caída en el agua. Sólo se sabe que Edward Kennedy tardó diez horas en acudir a la policía y que 25 años después sigue teniendo un asiento en el Senado de los Estados Unidos.

También se conoce la frustración del jefe de Policía que nunca tuvo oportunidad de hablar con E. Kennedy después de aquella mañana ni con ninguna de las chicas y se conoce el resentimiento de los padres de Mary Jo con los que el senador nunca se disculpó directamente hasta el pasado 18 de julio cuando expresó su remordimiento y dijo: «Sólo desearía tener el poder de hacer algo para reducir el continuo dolor que siento y el que sienten los señores Kopechne por la pérdida de Mary Jo».

Dicen que Chappaquiddick es «la historia mejor encubierta de todos los tiempos en un país donde los procedimientos de investigación están bien desarrollados y los principios de igualdad prevalecen». Por eso, Chappaquiddick se ha convertido también en el símbolo del subterfugio, la incompetencia, el poder despiadado, la parodia de la justicia. Hasta el día de su muerte, George Killen, detective encargado del caso se sintió fracasado por no haberlo solucionado: el mayor error de una larga carrera como policía. Dos meses antes de morir en 1979 seguía manteniendo: «El senador Kennedy mató a esa chica de la misma manera que si hubiera colocado un revólver en su sien y hubiera apretado el gatillo».

Este episodio impidió, a lo largo de los años, que Edward Kennedy siguiera los pasos de su hermano John en el puesto de Presidente de los EEUU. Sin embargo, este nefasto personaje se las arregló para ocupar durante décadas un puesto parlamentario hasta el dia de hoy. Desde allí ejerció una influencia nefasta sobre nuestro pais, al actuar como siempre coludido con sectores izquierdistas, patrocinando la Enmienda Kennedy que prohibió la venta de armas desde EEUU a Chile argumentando problemas de Derechos Humanos en nuestro pais, en un momento muy delicado de nuestras relaciones internacionales. Chile se encontraba amenazado por un Perú cuyo presidente Velasco Alvarado planificaba "vengar" la categórica derrota que nuestro pais le propinó a Perú hacia 100 años. Además, los militares argentinos buscaban también afanosamente atacarnos por los diferendos del Beagle.
En resumen, las gestiones, durante esos años, de verdaderos traidores a la patria, chilenos exiliados, para dejar inerme y desarmado a Chile frente a las intenciones belicosas de nuestros paises vecinos, apoyadas por Kennedy, podrían (teóricamente) haber significado una derrota militar para Chile, pérdida de territorio, muerte de chilenos y destrucción de nuestro pais y nuestra economía por una guerra que no buscabamos. Y ese precio no era demasiado alto para traidores a la patria socialistas que sólo buscaban recuperar, sin importar el costo para el país y su gente, el poder tomado por el General Pinochet ante el clamor masivo de los chilenos en 1973.

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