Wednesday, March 03, 2010

 
EL TRASFONDO SOCIOLOGICO TRAS LOS SAQUEOS POST
TERREMOTO: LA HERENCIA VALORICA
DE LA CONCERTACION





Saqueos injustificables: el Chile que no queremos ver nunca más



Un notable y profundo análisis del trasfondo sociológico que se esconde detrás de los saqueos que afectaron ciudades dañadas por el terremoto es el que nos entrega el siempre acertado Fernando Villegas en su columna de La Tercera del 2 de marzo. Sólo podríamos diferir en un punto con su análisis, apegandonos a la realidad histórica. Los "frutos venenosos de polìticas -públicas y privadas- y de procesos sociales cuyas semillas se sembraron a partir de 1973" debiera decir " a partir de 1967, cuando la izquierda proclamó oficialmente su intención de acceder al poder por la via armada, legitimándola, dando así origen a la violencia política en Chile e iniciando su siembra venenosa". Los dejo con dicho análisis:
"El terremoto del sábado ha sido
un evento devastador, pero también
revelador. Ha sacado a la luz debilidades
acumuladas a lo largo de años
en el completo edificio de nuestra
sociedad, frutos venenosos de políticas
-públicas y privadas– y de procesos
sociales cuyas semillas se sembraron
a partir de 1973, se abonaron
en los años sucesivos y se regaron
generosamente desde 1990. El resultado
es una mezcla explosiva de
aspiraciones adquisitivas con una
distribución del ingreso que impide
a muchos satisfacerlas y de dos
generaciones de chilenos pobres -
padres entre 25 y 40 años, hijos de
entre 10 y 20– criados casi sin control
parental ni escolar. A ese combustible
se agrega como comburente
la hegemonía ideológica de las doctrinas
acerca de los derechos humanos,
las cuales en muchos casos -
legales, judiciales, etc– han sido llevadas
a tales extremos de lenidad y
obsecuencia, que entorpecen gravemente
la determinación o voluntad
del Estado para preservar el orden
público.
De esto último han sido muestra
los saqueos masivos. Para describirlos,
la autoridad ha usado un lenguaje
eufemístico hablando de
“delincuentes” y de “lumpen”. Eso
de por sí ya sería bastante malo,
pero los videos y fotografías revelan
algo aun peor: protagonistas han
sido también y en número abrumador,
gente común y corriente, la
clase de personas con las cuales
usted puede toparse en su oficina o
La pistola al cuello
en el bus. En una sociedad sana, el
pillaje queda reducido a la acción de
delincuentes y también de los ciudadanos
más marginales; una sociedad
enferma, en cambio, revela lo
que vimos, a saber, no sólo que
dichos delincuentes y vándalos son
legión, sino que también hay cero
autocontrol por parte de muchos
ciudadanos y cero eficacia de la
fuerza policial para controlarlos por
mera presencia.
¿De qué extrañarse respecto a
esto último? Por 20 años la
Concertación no hizo sino debilitar
el concepto mismo de “orden público”,
expresión que a oídos de su
gente suena a cavernaria opresión
“del pueblo”.
Todo acto de autoridad
rigurosa se convirtió, en ese período,
en tabú. En el colegio se deterioró la
autoridad de profesores y directores,
quienes quedaron a merced de un
alumnado dotado de infinitos derechos;
en la calle se acusó una y otra
vez a la fuerza pública de “excesos”,
tanto en tribunales como en la
prensa, cada vez que encaró con
decisión ataques incluso letales contra
sus miembros; en el discurso de
muchos se legitimó abierta o tácitamente
a los “combatientes” con tal
que dijeran representar una causa
justa; en la justicia se trató con lenidad
a asesinos políticos si acaso su
background era “la lucha contra la
dictadura”; en fin, siempre hubo
razones para justificar la conducta
antisocial haciendo de sus hechores
víctimas inocentes “del sistema”.

¿A qué asombrarse entonces que
grupos masivos de ciudadanos se
crean hoy con derecho al pillaje si se
da la oportunidad? ¿De qué pasmarse
ante el infantilismo, convertido
rápidamente en agresión, con que
algunos piden “soluciones” en cinco
minutos puesto que fueron criados
bajo la doctrina del Estado paternalista,
único salvador y defensor de
los pobres, como todavía se dijo en
la reciente campaña presidencial?

Por eso la imagen del carabinero
poniendo una pistola en el cuello de
uno de los miserables entregados al
pillaje es una notable excepción,
pero también una muestra de hasta
dónde es preciso llegar cuando
métodos menos elocuentes ya no
hacen mella. Y es una valiente
excepción, porque hace ya mucho
tiempo que el carabinero teme
siquiera levantar la voz, no sea que
le abran un sumario, se le eche del
servicio y se le lleve a juicio. De eso
es muy consciente la inmensa cantidad
de ciudadanos resentidos, frustrados
y llenos de instintos destructivos
y depredadores que ha criado
el sistema por las razones expuestas
más arriba. Se sienten con esa sensación
de derecho a cometer delitos
que otorga la impunidad. ¿“Por qué
yo no”, dijo una mujer que se llevaba
objetos robados de una tienda, “si
lo hacen todos? Y pudo haber agregado:
“y nada nos va a pasar porque
somos el pueblo”. De ahí que sea la
sociedad, no ese punga, quien está
hoy con la pistola al cuello. Y que,
en la hora mona, deba sacarse al
Ejército a la calle."
Personalmente, creo que la reconstrucción más dificil que le espera a este Chile dañado por el terremoto no será la de la infraestructura o de la vivienda, caminos y comunicaciones, pues afortunadamente en unos pocos dias más ásumirá estas acciones un gobierno capaz, decidido y probo, sino que la reconstrucción valórica y moral de los daños sociales de un terremoto casi imperceptible, que ha durado largos veinte años.

Un simbolo del Chile que si queremos, el que
se levanta de sus ruinas

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Comments:
Comunistas de mierda, aquí se vio como la Gordis no podía aceptar que necesitaba la ayuda de los militares.

Lo que mas da rabia que todo ese "lumpen" que roba y saquea en las tiendas son a los que les dan las fichas CAS, las subvenciones de agua, luz, bono de 40.000 y todas esos beneficios que no tenemos porque somos "Clase Media"

Lo otro ¿Como rayos no habían telefonos satelitas en la que se llama "La 2da ciudad mas grande de Chile"?

¿Como siendo la onemi no tenia los medios para comunicarse con las regiones afectadas, siendo que esa es una de sus misiones?


Si alguien leyó la editorial del Washington Post se dara cuenda de que dice muchas cosas de que NO hizo la Gordis, y el Clarín apunta a que por su ideología no mandó los militares hasta que fue muy tarde.

Hay tantas cosas que uno queda con cara de WTF que daran almenos como para 3 entradas en este blog sobre las faltas del gobierno
 
Estoy de acuerdo contigo como te respondí en mi blog, Villegas quiso estar bien coN Dios y con el diablo, pero está vez más cerca de Dios.
 
Javier: lei tu respuesta en tu blog.
Maxtrix, muy buena tu mencion al comentario del Washington Post.Ojala pasaras mas seguido opinando por aqui.
Lo transcribo como resumen aqui:

Una dura crítica a la forma en que el gobierno chileno respondió a la emergencia provocada por el terremoto de este sábado, hizo el diario estadounidense “The Washington Post”.

Afirmó que el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet “tardó mucho en declarar el estado de emergencia en algunas zonas, lo cual hubiera podido evitar saqueos”.

El diario recuerda que en una primera instancia la Mandataria sugirió que Chile no necesitaría ayuda internacional, dijo La Estrella de Valparaíso.

Sin embargo más tarde “ella habla de ‘una emergencia sin paralelo en la historia de Chile’ y solicita hospitales de campaña, puentes mecano, sistemas de purificación de agua y equipos de rescate”.
 
Otra señal de parálisis es la demora en la autorización de la llegada de rescatistas internacionales.
Clamaban por venir a salvar vidas y sólo han terminado buscando cadáveres.
Ahora habrá que cambiar el contenido del Museo de la Memoria.
 
Cristián:
El jueves 4 'El Mercurio de Valparaíso' publicó la siguiente carta, títulada 'Saqueos':

"El Gobierno dice no tener explicación alguna para los brutales actos de pillaje y saqueos.
Cuando por años se ha permitido que el lumpen y luego los contagiados se tomen las calles, ya sea para festejar o reclamar, rompiendo todo lo que pillan en su camino y saqueando locales a sólo metros de La Moneda; cuando por años se ha permitido que se le falte el respeto a las autoridades que tienen contacto con la gente en las calles, léase Carabineros; cuando por años los que dicen autoridades no han respetado leyes ni reglamentos es entendible que los responsables no quieran asumir sus responsabilidades, pues lo acontecido es producto de sus políticas.

Hoy no pueden bajarle el perfil a lo que acontece, aunque tratan de hacerlo.

Siembra vientos y cosechan tempestades.

Sergio Karlezi Balbontín"
 
Vicente: fue absurda la soberbia declaración inicial de que Chile no requería ayuda internacional, cuando ésta le era ofrecida. Sobre todo si hablamos de un gobierno como el de ella, y sabiendo cómo enfrenta los problemas.

Javier: muy certera también la carta de Sergio Karlezi, he leido varias opiniones en el mismo sentido en diversos medios (incluso el cura rjo Berrios habla de reconstrucción moral, claro que atribuyendo los problemas valóricos -cómo no- al sistema neoliberal), parece que por fin está aflorando en los medios esta visión valórica que hemos estado desarrollando desde hace tiempo en nuestros blogs ante la mayor indiferencia de nuestros lectores.
Ojalá ésta sea una buena herencia de este lamentable desastre natural, pero, si es así, ¡ que pena que siempre tengamos que aprender a golpes!

En La Tercera Domingo del 7 de marzo hay una serie de interesantes articulos que les sugeriría revisar.

Fernando Villegas profundiza esta columna que cité en mi post en otra llamada "El cabo Hinojosa desenfunda", reafirmando la pérdida del respeto por las instituciones, desde la familia hasta las fuerzas de orden, inspirada por la doctrina de la Concertación, y su absurda fobia a los militares; Cito una parte de ésta:
"ese nuevo espíritu consiste en que hoy el ciudadano comun NO comparte los enfermizos complejos que respecto de las FFAA y a los uniformados en general plagan y entorpecen a gran parte de la clase política. No sólo no los comparte, sino tiene clarísimo que dicha clase sufre un grave trauma al respecto"

En la columna de opinión del mismo diario expresa, Axel Buchheister expresa:
" ¿A que se debió la demora en tomar una decisión que era obvia, imprescindible y urgente? La respuesta parece estar en factores inherentes al ADN del conglomerado gobernante.

Por una parte, han sido gobiernos fundamentalmente comunicacionales: lo que importa no son los hechos y realidades, sino lo que se dice de ellos. La prioridad han sido las imágenes, el diseño de los argumentos y la atribución de responsabilidades, a otros por cierto. Así, la primera reacción fue a minimizar la situación, declarando que Chile puede solo y que no era tsunami, sino olas que entraron, etc. Y luego, que la culpa la tienen los militares."

Finalmente, Héctor Soto comenta en la página 18 de La Tercera Reportajes:
"El papelón del gobierno es harina de otro costal. Sus titubeos sobre si sacar o no a los uniformados a la calle fueron , en términos metafóricos, el desquite final de una admnistración insegura, que habría sido bastante mejor si la misma energía que gastaba en medir cómo se veían sus decisiones la hubiera aplicado básicamente a que esas mismas decisiones fuesen correctas. Es riesgoso gobernar en función de las puras percepciones; se termina confundiendo a los publicistas con los hombres de estado"
 
Otro certero análisis, expresado por el lector Arturo Rivera en los blogs Emol, es el siguiente:

" Tanta igualdad pregonada por la Concertación, especialmente este último gobierno socialista, en todo orden de cosas, llegó a límites absurdos y antinatura. La mujer no es igual al hombre. Eso es evidente. Pero ahora somos tan iguales que la participación en los saqueos también fue paritaria. Que triste espectáculo ver mujeres de todas edades, especialmente jóvenes y adultas jóvenes, robando junto a sus pequeños niños, a punta de violencia física y verbal, tan inusitada como irrepetible. Pobres niños, qué ejemplo ya los marcó.
La Concertación, en veinte años logró destruir los valores esenciales de la sociedad chilena: la familia casi no existe, el divorcio es legal, el aborto es legal gracias a simples subterfugios, más del cincuenta por ciento de los matrimonios terminan en separación. No hay jerarquía valórica. El único “valor” reinante es el individualismo, expresado en que YO tengo derecho a desarrollarme laboralmente, YO tengo derecho sobre mi cuerpo, YO tengo derecho sobre mi sexualidad, YO tengo derecho al placer, etcétera. La consecuencia ya sabemos, la vemos en la pérdida de las figuras paterna y materna, en una majamama que implica el fin de la Familia, en el aborto, en el divorcio, en la sexualidad desatada entre los jóvenes. No es casualidad tanto embarazo adolescente, en que las madres parecen hermanas de sus hijos. No es casualidad que la Presidenta no tenga familia, no tiene esposo y padre de sus tres hijos. No es casual, es sintomático."
 
Me acordé del slogan gobiernista que aparecían en los buses intreurbanos y en la tele: "El Gobierno te protege". Naturalmente, refiriéndose a la proteccción social, pero no a la otra protección que pidió las personas sufrieron el terremoto, luego tsunami, y finalmente, el saqueo.

Aquí el monopolio de la fuerza la tiene el Gobierno a diferencia de los norteamericanos.

Han aparecido varias cartas como las que hemos nombrado. Otro señor el día de ayer en una carta también hablaba de 'reconstrucción moral'.
 
¿Leíste la carta de Adolfo Zaldívar en 'El Mercurio de Santiago' títulada 'Razones de la demora'? No te lo cuento, porque es excelente y clara.
 
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