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En un día como hoy, 10 de diciembre, hace un año, fallecía en Santiago el General y ex presidente de Chile Augusto Pinochet Ugarte.
Millones de chilenos que conocieron de primera mano y vivieron su gobierno en carne propia, sintieron su alejamiento, siendo representados por las cerca de 60 mil personas que desfilaron ininterrumpidamente, día y noche, durante casi 3 días, delante de su féretro para, tras largas horas de espera y con nada material que ganar de por medio , alcanzar a rendirle un minuto de su tiempo como homenaje y expresión de reconocimiento.
Sólo unos cinco mil "chilenos" salieron a la calle a celebrar su muerte, muchos de los cuales no habían nacido durante su gobierno y se hicieron una opinión de los hechos a través de la distorsionada información que creó a medida de los derrotados la prensa internacional; otros pertenecían al grupo de los que, antes de 1973, vociferaban anunciando rios de sangre y matanzas para imponer el socialismo por la via armada, según consta en los escritos de la epoca.
Hasta el dia antes de su muerte, connotados periodistas (que nunca han pedido perdón) afirmaban que la enfermedad del General, que lo mantuvo una semana hospitalizado, era un "montaje" y un engaño. Un mes antes, se le inventó al General la tenencia de miles de toneladas de lingotes de oro en un banco de Hong Kong, lo que resultó ser un invento absurdo desmentido por el propio Banco. Todo valía con el objetivo de intentar destruir la imagen de aquél cuyo gran e imperdonable pecado fue interferir con los planes totalitarios del socialismo en América Latina.
Quienes rememoran con afecto al General Pinochet recordarán el primer aniversario de su fallecimiento con misas, tal como corresponde a un católico; sus opositores lo harán, seguramente, lanzando piedras y bombas Molotov, atacando carabineros o saqueando negocios de barrio.
Esa es la diferencia.
De gente como ésta última, dominando sin contrapeso nuestro pais, nos libró en su momento el General Pinochet.
Por eso los más de 60 mil concurrentes a su velorio. Para que los extranjeros entiendan el por qué.

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