Thursday, April 13, 2006

 

¡ HASTA LAS ULTIMAS CONSECUENCIAS !







Cada cierto tiempo, tanto en Chile como en otros paises, somos testigos de inicios de huelgas de hambre. Por diversos motivos, de variable justificación, por causas justas y otras que lo son sólo ante los ojos de los que las organizan. Políticas, económicas, judiciales, de todo origen. Casi todas las políticas, lamentablemente, de indole izquierdista.
Siempre me ha llamado la atención la reacción de la sociedad frente a estas medidas de presión, como son las huelgas de hambre. Desde su instauración moderna, por Mahatma Gandhi y sus "ayunos" de protestas, llama la atención su paralelo metodológico con las pataletas infantiles. Una persona que desea lograr algo o llamar la atención, hace algo que físicamente sólo la perjudica a ella, pero inquieta y pone nerviosa a la sociedad toda y provoca una reacción que lo favorece ¿por qué? En esta sociedad tan acostumbrada a evaluar todo por los efectos y no por las causas, una huelga de hambre se trata de solucionar a como de lugar independientemente de la legitimidad de sus motivos.Los mismos que no son capaces de alterarse con una persona que fuma (que se está matando lentamente) o que está siendo asaltada, ponen el grito en el cielo por alguien que decide llamar la atención de una forma que se ha decidido tácitamente que legitima sus motivos. Los presos políticos son asiduos adherentes a esta forma de protesta, que oculta su falta de arrepentimiento ante el crimen, muchas veces de inocentes, que los llevó a estar encarcelados o la sensación de sentirse superiores al resto de los homicidas y por tanto, exigir privilegios sin dar nada a cambio. Y la sociedad se moviliza apurada y desesperada ante esta situación, como si se tratase de un desastre natural, y con la misma actitud que ante un bebé que llora para que deje de llorar (qué va a pensar la gente!). Esto es una de las cuerdas absurdas que amarran a nuestra sociedad, una más que se la ha autoimpuesto con sus propios medios, un curioso fenómeno sociológico.
En ninguna huelga de hambre está ausente la frase "vamos a llegar hasta las últimas consecuencias".Esta práctica se asocia a innegables molestias desagradables, tales como cefaleas, náuseas permanentes, debilidad y fatiga. Pero tras décadas de huelgas de hambre, sólo una vez he sabido de alguien que llegue a las "últimas consecuencias". En mayo de 1981, el activista republicano norirlandes del IRA Bobby Sands, encarcelado en la cárcel inglesa de Maze por porte de armas, decidió realizar una huelga de hambre para protestar por recuperar el status especial que tenían previamente los prisioneros del IRA como prisioneros políticos (no usar ropa carcelaria y no realizar ningún trabajo dentro de la cárcel). Durante el intertanto, su nombre fue presentado como candidato al Parlamento británico por un distrito del Ulster, y ganó dicha elección. Pero la huelga de hambre siguió. Tras 66 días de lenta agonía, Bobby Sands terminó muriendo el 5 de mayo de 1981 en la Cárcel. Margaret Thatcher no dió pie atrás, y poco tiempo después, el IRA decidió terminar con este método de protesta que resultó inefectivo.
No es para considerar heroes a los miembros del IRA, terroristas sanguinarios después de todo, ni para legitimar la actuación de los ingleses en dicho conflicto con Irlanda en el que han tenido tanta o más culpa que los irlandeses (desde el infame Enrique VIII en adelante) que defendían su patria, pero Sands tiene un mérito innegable: es el único que llegó a las "últimas consecuencias". El único que murió voluntariamente por lo que creía justo. Nadie más.
De modo, que, cuando algún huelguista criollo diga esta frase standard en este absurdo medio de protesta, recordemos a Bobby Sands. Nadie más lo ha hecho, tal vez porque la causa, después de todo, no vale tanto la pena.

Comments:
cómo no recordar con especial cariño la huelga de hambre del héroe Moreira en una habitación arriba de unos pollos asados en san miguel.

me emocioné.

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Esta es la ultima instancia que posee la gente para solucionar sus problemas.No cabe duda de qu es una situacion jodida.
Pero hay veces que no queda otra.
 
ajjajajajja...No es que me reuse...de hecho te leo..solo que encuentro muy radicales tus opiniones y no se que opinarte (lo cual no es critica en todo caso..cada cual defiende sus principios como crea apropiado)...y para opinar wevadas de relleno prefiero no hacerlo.
De todas formas y como vez, si te he visitado en el blog que tienes con Andrea el cual encuentro que es bastante bueno, y lo he estado siguiendo con atencion..independiente que no puedo estar de acuerdo con todo lo que escriban tal como se lo plantee a Andrea por mail.

Un abrazo.-
 
Me informé por "El Mercurio de Valapraíso", que un grupo de mapuches están haciendo una huelga de hambre, por haber cometido acciones terroristas. La Universidad Arcis obviamente los apoya y los denomina "presos políticos".
Tús opiniones no son radicales, don chere, sino que describes cómo son las cosas. Lo demás es ocultar la cabeza.
 
don chere dice: "cada cual defiende sus principios como crea apropiado"
Y es eso a lo que precisamente se refiere Cristián en su post.
Muchas de las causas que escuchamos en la tele ser llamadas "las causas justas", son (al menos en la mayoría) muy poco justas y mucho menos meritorias.
Lo sé, otra cosa es con guitarra, pero...

Ahora, de que ocurre y de que es inquietante.. estamos de acuerdo.
 
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