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En una noticia que "curiosamente" ha sido muy poco difundida, el pasado 9 de agosto se dio a conocer el descubrimiento de una gran fosa común, que data de 1945, en las cercanías ciudad de Tezno, Eslovenia. En ella se encontraron huesos humanos correspondientes a 15 mil personas, en su mayoria soldados croatas y eslovenos anticomunistas (ustashi) y sus familiares, ejecutados por las fuerzas de partisanos comunistas al mando del futuro dictador de Yugoslavia, Josip Broz Tito. Se trataba de refugiados que intentaban huir a Austria, unos días después del término de la 2° Guerra Mundial tras la rendición alemana, y que al ser rechazado su ingreso a dicho pais adonde pensaban entregarse a las fuerzas inglesas y norteamericanas, quedaron a merced de las fuerzas victoriosas comunistas, con los resultados ahora evidenciados.
Las fosas consisten en una trinchera antitanque de 1 km de largo, y entre 4 a 6 mts de ancho, llena de huesos hasta 1,5 a 2 mts de profundidad.
Tito fue el lider de la resistencia yugoslava frente a los nazis, y protegido ideológico de Stalin durante un largo período. Al despertar del terror nazi, sobrevino al pueblo esloveno otro igual o peor , el comunista. El 26 de mayo de 1945, en la capital eslovena, Ljubliana, Tito declaró: "sólo una minoría de traidores ha logrado escapar. Esta minoría nunca más verá nuestras hermosas montañas ni nuestros campos floridos, y si ésto llegara a ocurrir, sólo les durará un breve tiempo". Su amenaza fue cumplida en gran magnitud. Un reciente libro publicado hace un par de años en Londres, y llamado "Eslovenia 1945", de John Corsellis y Marcus Ferrar, detalla estos acontecimientos. Corsellis fue el encargado inglés de refugiados en Austria tras la guerra. Un acuerdo entre Tito y el alto mando británico originó el rechazo de la admisión de refugiados en la frontera austríaca a contar del 27 de mayo de 1945 (20 días después de concluida la guerra en Europa) bajo la falsa promesa del futuro dictador de permitirles salir posteriormente hacia Italia. En lugar de ello, Tito ordenó las ejecuciones masivas en diversos sitios de Eslovenia, tales como Teharje y Kocevski Rog. Un testigo de estos hechos, que siendo niño vivía en Teharje, relata que durante junio y julio, sentía cada día los disparos desde el atardecer hasta entrada la noche, mientras recuerda haber escuchado a su padre decir "otra vez los comunistas están fusilando gente". La Comisión de Fosas Comunes de Eslovenia calcula en 400 el número de éstas, siendo la de Tezno la mayor encontrada hasta ahora. Estas prácticas comunistas no son de extrañar, considerando el famoso caso de las fosas de Katyn, en Rusia, donde la NKPD (precursora soviética de la KGB) siguiendo órdenes de Stalin ejecutó y sepultó en 1940 a 3 mil soldados y profesionales polacos, intentando vanamento adjudicar dicho crimen a la Alemania nazi al ser descubierto tres años después.
No hay ríos de tinta, programas televisivos ni reportajes que narren esta nueva atrocidad del comunismo, no hay comisiones ni juicios póstumos contra Tito, ni indemnizaciones a los miles de víctimas eslovenos por ellos asesinados. No hay el escándalo de lo que en Chile se martillea incesantemente. Aquí no se proclama ni perdón, ni olvido. Las víctimas del comunismo están obligadas a olvidar.
Tal como decía el Che Guevara,

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