Sunday, March 28, 2010
PRONUNCIAR LA PALABRA "DIOS"
DESDE EL BALCON DE LA MONEDA

Exactamente: desde hace 10 años que un Presidente de Chile no nombraba a
Dios ni le pedia su ayuda desde los balcones de La Moneda, ni desde ningun otro lugar.
Ni Lagos ni Bachelet se encomendaron a El ni le pidieron su ayuda trascendental
para llevar a cabo sus responsabilidades de gobierno. Claro, pues ambos son agnósticos, no
creen en Dios, pertenecen a esa minoría de un 8% de la poblacion chilena de no creyentes en nada espiritual, increiblemente electos para dirigirlos por parte del 92% restantes de creyentes en Dios.
"Como el sarmiento no puede dar fruto de sí mismo si no permaneciere en la vida, tampoco vosotros si no permaneciereis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque sin mí no podéis hacer nada. El que no permanece en mí es echado fuera, como el sarmiento, y se seca y los amontonan y los arrojan al fuego para que ardan." (Juan 15)
Y asi mismo nos fue con ellos, aunque en realidad los que mas sufrieron con sus gobiernos llenos de
ineficiencia, delincuencia, sufrimiento, deterioro valórico, no fueron ellos, fueron los chilenos en general.
Labels: Alianza, ateismo, gobierno de Piñera, presidente de Chile
Monday, March 22, 2010

A LA HORA DE CREAR EMPLEO Y DERROTAR
A LA CESANTIA?
En su excelente pero a la vez injustamente subvalorado libro "El Desalojo", Andrés Allamand describe con precisión los motivos por los cuales la izquierda Concertacionista ha fracasado rotundamente a la hora de superar la cesantia heredada de la Crisis Asiática tras largos 10 años de gobierno posterior. Y es fàcil descubrir estas causas al internarse en la filosofia socialista en este tema, que adolece de una crónica y persistente tendencia a evaluar mal las situaciones , que Allamand ha descrito como "el astigmatismo laboral" de la Concertación. La imagen del problema analizado, el diagnóstico de situación, les resulta poco nítida y distorsionada, una visión desenfocada de la realidad que conlleva, como es lógico suponer, a soluciones erradas. E incluso, algunas pateticamente ridículas, de antología, como la expresada en mayo de 2009 por la Ministra del Trabajo Claudia Serrano, quien llamó a los desempleados "que no están apremiados a no presionar el mercado laboral saliendo a buscar nuevos empleos porque eso hace más dificiles las cosas". Es decir, la misma receta predilecta de la Concertación conducente a "esconder la cesantia bajo la alfombra", propuesta similar a la que han planteado respecto a la delincuencia.
Analicemos junto a Andrés Allamand cuáles son los desenfoques de la Concertación en materia laboral ("El Desalojo" paginas 105-107) :
El primer desenfoque tiene que ver con la afición por los espejismos. Los trabajos y empleos de emergencia son sólo eso: efectos poco duraderos. La clave está en la creación permanente de empleos estables y de calidad.
El segundo desenfoque es legislar pensando en quienes ya tienen trabajo y olvidando a aquéllos que lo buscan. No siempre las normas que ayudan a los primeros favorecen a los segundos. Por lo mismo, la regla número uno de toda legislación laboral bien concebida es ocuparse de ambos.
El tercer desenfoque es aplicar las políticas laborales como instrumento de lucha electoral. La mejor prueba fue la mañosa utilizaciòn que se dió al tema en la última etapa dfe la campaña Lagos-Lavín y, también, aunque con menos éxito, en la fase final de la campaña Bachelet-Piñera. En el primer caso, el gobierno de la época desenterró un proyecto que, por sus obvias imperfecciones, había estado detenido dos años sin tramitación de ninguna índole y cuyos efectos adversos hacia los propios trabajadores subsisten hasta hoy. En el segundo hizo lo mismo con el proyecto de subcontratación.
El cuarto desenfoque consiste en mantener una permanente incertidumbre sobre el marco laboral, situación que aumenta en años electorales. De esta forma, el marco laboral nunca es estable, las reglas del juego no son predecibles ni serias, por lo que se genera desconfianza y, consecuentemente, se afecta la creación de empleo. Bajo la Concertación, la ley laboral es invariablemente un espacio de arenas movedizas.
El quinto desenfoque es que, con el legítimo afán de detener abusos de algunos empresarios inescrupulosos, la Concertación legisla con un falso e injusto criterio de generalidad, como si todos ellos fueran sinverguenzas. Por lo mismo, se llega a establecer normas exageradas, difíciles de aplicar y plagadas de trámites, certificados y autorizaciones que desincentivan la creación de empleos , afectan el emprendimiento y entraban el funcionamiento de las empresas.
El sexto desenfoque dice relación con su aproximación indistinta a todas las empresas, cualquiera sea su tamaño o giro. Cuando la concertación legisla sólo tiene en mente a las grandes empresas. ¿En qué se traduce ésto? En enormes dificultades y problemas prácticos para empresas pequeñas y medianas, que no tienen el personal ni pueden contratar los servicios necesarios para dar cumplimiento al sinfín de trámites burocráticos que las normativas exageradas les imponen.
¿Cuáles son las consecuencias?
Dificultad adicional para las Pymes, desincentivo a la contratación de trabajadores por parte de éstas (las generadoras del 80% del empleo en Chile) y empujón a la informalidad. Y se favorece lo que se dice querer evitar, la concentración empresarial por parte de empresas de gran tamaño que no tienen mayores problemas de personal ni de infraestructura como para absorber estos costosos y largos trámites.
Concuerda con esto la opinión del economista Sebastián Edwards, profesor de Economia de la UCLA, cercano a la Concertación, pero quien no ha tenido pelos en la lengua para criticar la gestión de ésta en el ámbito laboral. Ya en 2005 , Edwards hacia el siguiente diagnóstico, en entrevista publicada por Revista Cosas:
–El desempleo en Chile es muy alto, porque la ley laboral y el sistema de empleo es mala. Es anti mujer, anti joven y anti empleo, y no hay emprendedores que estén dispuestos a contratar a cinco o seis personas en un proyecto que no se sabe si va a resultar o no.
–El balance está en la “flexiguridad”. O sea, una cierta red de seguridad que permite amortiguar el golpe de los empleados frente al fracaso de una empresa y que, a cambio de eso, haya una flexibilidad para que las empresas tengan mayor discrecionalidad a la hora de contratar gente de acuerdo a sus necesidades. Es un sistema sajón, infinitamente mejor que el nuestro. Desde Frei hasta el momento, todo lo que tenga que ver con ley laboral ha ido en un sentido contrario a éste. En el fondo, se trata de entender que tanto empresarios como trabajadores son adultos y son capaces de ponerse de acuerdo en cuáles son sus condiciones para trabajar juntos. Es que es tan obvio. Imagínate que sale una ley que te obliga a casarte con una niña después de salir una vez, ¿qué va a pasar? ¡Nadie se casa! ¡Ni loco!
Labels: cesantía, Fracaso de la Concertación, politicas de empleo
Wednesday, March 17, 2010

Labels: Evelyn Matthei, Fracaso de la Concertación, Presupuesto 2010, Reconstrucción nacional
Thursday, March 11, 2010
Tuesday, March 09, 2010
MIENTRAS EN CONCEPCION SAQUEABAN,
ASESORES DE LA PRESIDENTA LE HABRIAN RECOMENDADO
NO RECURRIR A LAS FFAA PRIORIZANDO
RAZONES IDEOLOGICAS Y DE IMAGEN
Cerca de las 06.00 de la mañana del sábado 27 de febrero, en la oficina de la Onemi, la Presidenta Michelle Bachelet encabezó una reunión con representantes de las Fuerzas Armadas. Asistieron a ella los ministros Francisco Vidal (Defensa), Sergio Bitar (OO.PP.), el subsecretario de Interior, Patricio Rosende, y la asesora de Bachelet, María Angélica Álvarez, entre otros.
Según un alto personero del Ejecutivo, la Mandataria pidió información sobre la tragedia, pero ninguno dijo tener datos certeros.
En el gobierno dicen que los problemas de comunicación e información fueron la tónica inicial. Sin embargo, altas fuentes castrenses comentan que, tras dimensionar la extensión de la zona afectada y las fallas de energía, la alternativa de decretar Estado de Catástrofe fue una de las primeras que se propusieron a la Mandataria a pocas horas del terremoto.
En La Moneda reconocen que el sábado estuvo marcado por un fuerte debate sobre la medida que permitía entregar a los militares el control operativo de la zona afectada. Fue en este punto -según coinciden fuentes militares como del gobierno- que se impuso la opinión del llamado "segundo piso".El grupo de asesores presidenciales -entre ellos el jefe de la Secretaría de Comunicaciones, Juan Carvajal, y el jefe de gabinete presidencial, Rodrigo Peñailillo- resentía que la medida terminaría afectando la imagen presidencial.
En el análisis pesó que Bachelet terminaría su mandato cediendo autoridad a los militares.
"Para una coalición que luchó contra la dictadura, la idea de tener a los militares en la calle no fue fácil", dijo el miércoles el ministro Bitar, exteriorizando por primera vez parte del debate interno.
La tesis de los asesores presidenciales chocó desde un primer instante con la postura de los ministros. Sin embargo, la medida cobró nueva fuerza a partir de los informes entregados por Rosende la tarde del sábado, en los que se reportaban incipientes robos y desórdenes en Concepción
Aunque los decretos estuvieron redactados la mañana del domingo 28, Bachelet los firmó recién pasadas las 15.00 horas. Sin embargo, el inicial diseño comunicacional apuntó a soslayar el rol de los militares, al punto que Vidal evitó mencionar el concepto de toque de queda cuando se oficializó la medida. (Fuente: Emol.com).
Algunos comentarios surgidos en el blog de Emol al respecto:
"...la medida terminaría afectando la imagen presidencial."
Medio pais en el suelo y estos personajes preocupados de la imagen presidencial...¿como nos permitimos que esta gente nos gobernara tanto tiempo?
Celebro, sin embargo que algunos hayan expresado sentido comùn, aun cuando no fueron escuchados.
En todo caso es imposible desligar responsabilidades en esta comedia de aprehensiones, equivocaciones y falta de coraje de parte del Ejecutivo, que encabeza la propia presidenta."
(Dario Araya)
"Vamos a ver si esos mismos "asesores" se responsabilizan de las muertes por el tsunami, por los saqueos, por las violaciones, por los incendios, por los muertos en esos incendios.
Como dijo Coco Legrand, en Japón si sucede algo así, se hacen el harakiri. Y aquí esos "asesores" se harán los huevones (auque siempre lo han sido).
Seres retrogrados que aún vieven del pasado y no ven nada del futruro, pues su distorsión de la realidad los tiene ciegos.
Por eso ocurren estas cosas en Chile, pues piensan en el que dirán y no en el bienestar de la sociedad to da chilena."
(Santiago Pérez)
Labels: Bachelet, Fracaso de la Concertación, ideologia del odio
Wednesday, March 03, 2010

Saqueos injustificables: el Chile que no queremos ver nunca más
un evento devastador, pero también
revelador. Ha sacado a la luz debilidades
acumuladas a lo largo de años
en el completo edificio de nuestra
sociedad, frutos venenosos de políticas
-públicas y privadas– y de procesos
sociales cuyas semillas se sembraron
a partir de 1973, se abonaron
en los años sucesivos y se regaron
generosamente desde 1990. El resultado
es una mezcla explosiva de
aspiraciones adquisitivas con una
distribución del ingreso que impide
a muchos satisfacerlas y de dos
generaciones de chilenos pobres -
padres entre 25 y 40 años, hijos de
entre 10 y 20– criados casi sin control
parental ni escolar. A ese combustible
se agrega como comburente
la hegemonía ideológica de las doctrinas
acerca de los derechos humanos,
las cuales en muchos casos -
legales, judiciales, etc– han sido llevadas
a tales extremos de lenidad y
obsecuencia, que entorpecen gravemente
la determinación o voluntad
del Estado para preservar el orden
público.
De esto último han sido muestra
los saqueos masivos. Para describirlos,
la autoridad ha usado un lenguaje
eufemístico hablando de
“delincuentes” y de “lumpen”. Eso
de por sí ya sería bastante malo,
pero los videos y fotografías revelan
algo aun peor: protagonistas han
sido también y en número abrumador,
gente común y corriente, la
clase de personas con las cuales
usted puede toparse en su oficina o
La pistola al cuello
en el bus. En una sociedad sana, el
pillaje queda reducido a la acción de
delincuentes y también de los ciudadanos
más marginales; una sociedad
enferma, en cambio, revela lo
que vimos, a saber, no sólo que
dichos delincuentes y vándalos son
legión, sino que también hay cero
autocontrol por parte de muchos
ciudadanos y cero eficacia de la
fuerza policial para controlarlos por
mera presencia.
¿De qué extrañarse respecto a
esto último? Por 20 años la
Concertación no hizo sino debilitar
el concepto mismo de “orden público”,
expresión que a oídos de su
gente suena a cavernaria opresión
“del pueblo”. Todo acto de autoridad
rigurosa se convirtió, en ese período,
en tabú. En el colegio se deterioró la
autoridad de profesores y directores,
quienes quedaron a merced de un
alumnado dotado de infinitos derechos;
en la calle se acusó una y otra
vez a la fuerza pública de “excesos”,
tanto en tribunales como en la
prensa, cada vez que encaró con
decisión ataques incluso letales contra
sus miembros; en el discurso de
muchos se legitimó abierta o tácitamente
a los “combatientes” con tal
que dijeran representar una causa
justa; en la justicia se trató con lenidad
a asesinos políticos si acaso su
background era “la lucha contra la
dictadura”; en fin, siempre hubo
razones para justificar la conducta
antisocial haciendo de sus hechores
víctimas inocentes “del sistema”.
¿A qué asombrarse entonces que
grupos masivos de ciudadanos se
crean hoy con derecho al pillaje si se
da la oportunidad? ¿De qué pasmarse
ante el infantilismo, convertido
rápidamente en agresión, con que
algunos piden “soluciones” en cinco
minutos puesto que fueron criados
bajo la doctrina del Estado paternalista,
único salvador y defensor de
los pobres, como todavía se dijo en
la reciente campaña presidencial?
Por eso la imagen del carabinero
poniendo una pistola en el cuello de
uno de los miserables entregados al
pillaje es una notable excepción,
pero también una muestra de hasta
dónde es preciso llegar cuando
métodos menos elocuentes ya no
hacen mella. Y es una valiente
excepción, porque hace ya mucho
tiempo que el carabinero teme
siquiera levantar la voz, no sea que
le abran un sumario, se le eche del
servicio y se le lleve a juicio. De eso
es muy consciente la inmensa cantidad
de ciudadanos resentidos, frustrados
y llenos de instintos destructivos
y depredadores que ha criado
el sistema por las razones expuestas
más arriba. Se sienten con esa sensación
de derecho a cometer delitos
que otorga la impunidad. ¿“Por qué
yo no”, dijo una mujer que se llevaba
objetos robados de una tienda, “si
lo hacen todos? Y pudo haber agregado:
“y nada nos va a pasar porque
somos el pueblo”. De ahí que sea la
sociedad, no ese punga, quien está
hoy con la pistola al cuello. Y que,
en la hora mona, deba sacarse al
Ejército a la calle."
Labels: herencia de la Concertacion, politica valorica, saqueos, terremoto Chile