Tuesday, April 27, 2010
AQUEL QUE NO TIENE ARGUMENTOS, RECURRE A LA VIOLENCIA;
AQUEL QUE NO TIENE IDEAS, RECURRE A AUMENTAR LOS IMPUESTOS.
Ese ha sido tradicionalmente el caso del socialismo, ideología de la mediocridad, entusiasta promotor del alza de impuestos ( expoliar el resultado del trabajo de otros) como única solución para recaudar mayores fondos para el Estado y permitirle cumplir su función. Una gran diferencia con las ideas de Derecha, que ven como una natural injusticia esta forma de robo o expolio legal y organizado a nombre del Estado, cotejando formas alternativas de nutrir al Estado, por ejemplo, estimulando un mayor crecimiento económico a través del cual no sólo el Estado, sino que también los trabajadores, resultan directamente beneficiados. Todos ganan,algo que molesta profundamente al socialismo.
AQUEL QUE NO TIENE IDEAS, RECURRE A AUMENTAR LOS IMPUESTOS.
Ese ha sido tradicionalmente el caso del socialismo, ideología de la mediocridad, entusiasta promotor del alza de impuestos ( expoliar el resultado del trabajo de otros) como única solución para recaudar mayores fondos para el Estado y permitirle cumplir su función. Una gran diferencia con las ideas de Derecha, que ven como una natural injusticia esta forma de robo o expolio legal y organizado a nombre del Estado, cotejando formas alternativas de nutrir al Estado, por ejemplo, estimulando un mayor crecimiento económico a través del cual no sólo el Estado, sino que también los trabajadores, resultan directamente beneficiados. Todos ganan,algo que molesta profundamente al socialismo.
Nos podríamos preguntar acerca de cuánta gente dio su voto a Piñera y a la Alianza como forma de rechazo a esa mentalidad pro impositiva, y cuánta de esa gente hoy día está sorprendida y desilusionada de su elección , sientiendose legítimamente engañada, al ver la fiebre impositiva desatada por el gobierno de Piñera. Una decisión que tanto celebra la Concertación, con quienes Piñera parece tener mas interés en congraciarse y complacer que a sus propios electores. Ya ocurrió con el odioso Impuesto Especifico a los Combustibles, y se repite con el impuesto a las contribuciones y a las grandes empresas; éstas ultimas terminarán subiendo sus precios para absorber estos impuestos, lo que repercutirá en la gente , en especial a la Clase Media, a la que nadie le regala nada (a diferencia de los pobres) y que debe pagar cada adquisición y beneficio con sus propias uñas.
No en vano lo dijo acertadamente uno que sí sabe, como es el caso de Hernan Buchi, ex ministro de Hacienda del Gobierno Militar y principal responsable del notable éxito económico que registró nuestro pais a fines de la decada de los 80 y que lo colocó a las puertas del desarrollo, farreado en último término por la Concertación que le sucedió en el gobierno. Buchi expresó respecto al alza de impuestos: "Es como si hubieramos elegido a Enríquez Ominami".
Esto es grave, porque la gente que le dió su voto a Piñera no votó, precisamente, ni por Enriquez Ominami ni por Frei. Por algo sería.
El pasado 20 de abril, Hernán Buchi expresó: "Es un mal comienzo (para el gobierno). Me parece que lo que está primando no es el programa de gobierno que se presentó en un comienzo, sino el programa de impuestos presentado por Paul Fontaine con Enríquez Ominami, como si hubiéramos elegido a Ominami y no a Piñera, y si es así, me preocuparía".
No olvidemos que Buchi sabe de lo que habla. A un mes de ser nombrado Ministro de Hacienda por parte del General Pinochet, con una economía muy aproblemada, alta cesantía y secuelas de la Recesión mundial de 1982, Buchi debió enfrentar al anterior gran terremoto con respecto al de hace 2 meses atrás, aquél de 1985, que destruyó importante infraestructura en la Zona Central.
En esa oportunidad, gracias al intenso lobby antipatriota efectuado en el extranjero por muchos hoy ilustres izquierdistas , Chile apenas recibió ayuda internacional para la reconstrucción, y asi, partiendo de una crisis y en condiciones económicas mucho más desfavorables que las actuales, con sus propios medios, en dos años no sólo había logrado una reconstrucción nacional, sino que había puesto a Chile en un inédito boom económico que llenó al pais de trabajo y empuje económico.
Respecto de las palabras del ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine, quien descartó impacto en el crecimiento y la inversión por el alza de impuestos, Buchi manifestó que "el hecho que uno le tenga aprecio a las personas que están en el gobierno, no implica que tenga una mirada crítica. El dijo que el crecimiento del producto va a subir al 6%, pero eso no lo vamos a lograr con estas medidas".
Según Hernán Buchi, con el alza de impuestos finalmente son las personas quienes pagan, pues "acá los que cooperan son los ciudadanos, me gustaría que otros se sacaran la plata del bolsillo y la pusieran sobre la mesa". Y para quienes critican continuamente al empresariado, no olvidemos que en la pasada Teletón de marzo Chile ayuda a Chile, los empresarios aportaron nada menos que 11 mil millones de pesos, un tercio de la recaudación total.
Agregó el exitoso ex Ministro de Hacienda:
"En el reciente anuncio del Programa de Reconstrucción y Financiamiento también se observan elementos similares. ¿Cuál es la razón de insistir en la necesidad de subir impuestos? ¿Para parecer más balanceados en un programa que de otra manera podría haber sido criticado con más fuerza por la oposición? El gobierno no ha sido claro en establecer la realidad fiscal. Ha insinuado que el déficit estructural es de magnitud. De las cifras preliminares no se desprende eso ni la necesidad de subir impuestos. Pero aún si el déficit fuera relevante, la poca deuda que tiene el país permite corregirlo en varios años sin grandes inconvenientes. El uso de reservas y la venta de activos pueden ser un complemento para paliar los efectos de un terremoto donde el Gobierno ayuda a los pobres y enfrenta los daños de su responsabilidad, y los privados los suyos, que son muchos.
Pero no sólo en proponer alzas de impuestos hubo una concesión a una oposición que será insaciable. También en los impuestos elegidos. Hay impuestos muy fáciles de promover, como los aranceles o a las empresas, pero que afectan a la larga el bienestar de los más pobres. Parece existir consenso suficiente para no manipular los aranceles. Respecto de los impuestos a las empresas por 20 años, la entonces oposición trabajó duramente, con razonable éxito, para evitar que la Concertación hiciera demagogia con ellos. Esperemos que ese esfuerzo no haya sido destruido en pocos días y con la primera propuesta importante del Gobierno. Un supuesto mayor apoyo de la oposición, que será efímero, no lo amerita.
Los impuestos a las empresas no son bajos en Chile. Según la OCDE, somos de los países que más recaudan en términos de producto por este concepto. Otros países caen en abundantes excepciones para sobrevivir tasas asfixiantes, pero esa opción no es conveniente.
Pero lo que más preocupa de lo anunciado es que con estas decisiones, el Gobierno no aborda la peor herencia recibida: el bajo crecimiento. En efecto, éste cayó sistemáticamente en los últimos 20 años, y durante el Gobierno Bachelet sólo se creció en promedio un 2,8% anual y la productividad cayó 1,6% por año. No hay manera de darles una oportunidad a los pobres sin corregir esa realidad. Para ello, lo crítico es que se emplee e invierta eficazmente, y el alza de impuestos a las empresas no lo facilita.
Si este tipo de propuestas marcará el sello del nuevo Gobierno, no podemos esperar el salto de crecimiento que falta para catapultarnos al desarrollo. Afortunadamente, el Gobierno tiene buenos equipos y las condiciones externas lo acompañan. Gracias a ello es probable que la caída se detenga y se estabilice el crecimiento. Pero sólo si digerida la emergencia presenta un programa que realmente lo potencie, podremos ponernos una meta más exigente: la derrota de la miseria".
"En el reciente anuncio del Programa de Reconstrucción y Financiamiento también se observan elementos similares. ¿Cuál es la razón de insistir en la necesidad de subir impuestos? ¿Para parecer más balanceados en un programa que de otra manera podría haber sido criticado con más fuerza por la oposición? El gobierno no ha sido claro en establecer la realidad fiscal. Ha insinuado que el déficit estructural es de magnitud. De las cifras preliminares no se desprende eso ni la necesidad de subir impuestos. Pero aún si el déficit fuera relevante, la poca deuda que tiene el país permite corregirlo en varios años sin grandes inconvenientes. El uso de reservas y la venta de activos pueden ser un complemento para paliar los efectos de un terremoto donde el Gobierno ayuda a los pobres y enfrenta los daños de su responsabilidad, y los privados los suyos, que son muchos.
Pero no sólo en proponer alzas de impuestos hubo una concesión a una oposición que será insaciable. También en los impuestos elegidos. Hay impuestos muy fáciles de promover, como los aranceles o a las empresas, pero que afectan a la larga el bienestar de los más pobres. Parece existir consenso suficiente para no manipular los aranceles. Respecto de los impuestos a las empresas por 20 años, la entonces oposición trabajó duramente, con razonable éxito, para evitar que la Concertación hiciera demagogia con ellos. Esperemos que ese esfuerzo no haya sido destruido en pocos días y con la primera propuesta importante del Gobierno. Un supuesto mayor apoyo de la oposición, que será efímero, no lo amerita.
Los impuestos a las empresas no son bajos en Chile. Según la OCDE, somos de los países que más recaudan en términos de producto por este concepto. Otros países caen en abundantes excepciones para sobrevivir tasas asfixiantes, pero esa opción no es conveniente.
Pero lo que más preocupa de lo anunciado es que con estas decisiones, el Gobierno no aborda la peor herencia recibida: el bajo crecimiento. En efecto, éste cayó sistemáticamente en los últimos 20 años, y durante el Gobierno Bachelet sólo se creció en promedio un 2,8% anual y la productividad cayó 1,6% por año. No hay manera de darles una oportunidad a los pobres sin corregir esa realidad. Para ello, lo crítico es que se emplee e invierta eficazmente, y el alza de impuestos a las empresas no lo facilita.
Si este tipo de propuestas marcará el sello del nuevo Gobierno, no podemos esperar el salto de crecimiento que falta para catapultarnos al desarrollo. Afortunadamente, el Gobierno tiene buenos equipos y las condiciones externas lo acompañan. Gracias a ello es probable que la caída se detenga y se estabilice el crecimiento. Pero sólo si digerida la emergencia presenta un programa que realmente lo potencie, podremos ponernos una meta más exigente: la derrota de la miseria".
Labels: gobierno de Piñera, Impuestos, politica impositiva
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Cristián:
Anda al blog 'Mi Querida Gordis' y lee el antepenúltimo artículo del señor Grez. Según él, quien maneja Hacienda no es el ministro sino Paul Fontaine. El asesor económico de MEO.
Así de simple.
Anda al blog 'Mi Querida Gordis' y lee el antepenúltimo artículo del señor Grez. Según él, quien maneja Hacienda no es el ministro sino Paul Fontaine. El asesor económico de MEO.
Así de simple.
La única diferencia con los gobiernos de la concertación es que ésta pregonaba el progresismo y el gobierno actual lo pone en práctica.
La famosa fotito con Allende al fondo representa el verdadero logo del actual gobierno.
La famosa fotito con Allende al fondo representa el verdadero logo del actual gobierno.
Creo que a Piñera habria que refregarle una y otra vez el famoso discurso de Aznar de junio de 2008, en una de cuyas frases dice:
" Nosotros tenemos que ser el partido en el que confíe la mayoría de los españoles. No el partido que gustaría a nuestros adversarios.Tenemos que ser una alternativa creíble frente al socialismo. No una alternativa a nosotros mismos.”
Hasta ahora,Piñera ha hecho el gobierno que les gustaria asus adversarios, quienes, no por eso, dejan de intentar destruirlo.
" Nosotros tenemos que ser el partido en el que confíe la mayoría de los españoles. No el partido que gustaría a nuestros adversarios.Tenemos que ser una alternativa creíble frente al socialismo. No una alternativa a nosotros mismos.”
Hasta ahora,Piñera ha hecho el gobierno que les gustaria asus adversarios, quienes, no por eso, dejan de intentar destruirlo.
Sin duda , esa fotito es lamentable, es una verguenza para nuestro sector.
Vicente, ¿leíste el link del libro de Victor Farías?
Vicente, ¿leíste el link del libro de Victor Farías?
Sí, lo leí. Me imagino que eso no le produjo ni siquiera un cosquilleo en la espalda al que posa tan feliz a la derecha de la foto.
Me gustó el discurso de Aznar. El problema es que esas palabras nunca estuvieron en el verdadero ADN de Piñera.
Este sólo quería ser presidente.
Este sólo quería ser presidente.
El sector más socialista de la derecha es paradojalmente, el sector liberal o de centro derecha.
Las palabras de Aznar aquí carecen de sentido, si la derecha primero ha dejado que tergiversen la historia, y en segundo lugar, ha permitido que encierren a los militares y liberen a los terrorista, sin exigir igual trato ante la ley.
Las palabras de Aznar aquí carecen de sentido, si la derecha primero ha dejado que tergiversen la historia, y en segundo lugar, ha permitido que encierren a los militares y liberen a los terrorista, sin exigir igual trato ante la ley.
Creo que hay que irse a vivir a Polonia, ya que la derecha aquí es muy cobarde, y gente que es de la verdadera derecha como el Señor Kast, estan en tercer plano en la política.
Pareciera que chile necesita pasar por más catástrofes y desgracias para que se den cuenta de lo que se pierden.
Los países que actualmente están mas desarrollados son los que han tenido las peores catástrofes:
-EE.UU: Guerra civil y 2 guerras mundiales
-Corea del Sur: Guerra de Corea
-Japón: 2 bonbas nucleares
-Polonia: Ocupación por napoleón seguida por ocupación en la 1ra guerra y luego en la 2da guerra y despues el regimen comunista.
-Alemania: Guerras mundiales y separacion del pais en 2.
-Sudafrica: Apartheid
Y la lista puede seguir y seguir. Al parecer el hombre no aprende hasta que hay muertes en masa.
¿^Podrá el hombre cambiar sin que ocurran tragedias? esa es la pregunta
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Pareciera que chile necesita pasar por más catástrofes y desgracias para que se den cuenta de lo que se pierden.
Los países que actualmente están mas desarrollados son los que han tenido las peores catástrofes:
-EE.UU: Guerra civil y 2 guerras mundiales
-Corea del Sur: Guerra de Corea
-Japón: 2 bonbas nucleares
-Polonia: Ocupación por napoleón seguida por ocupación en la 1ra guerra y luego en la 2da guerra y despues el regimen comunista.
-Alemania: Guerras mundiales y separacion del pais en 2.
-Sudafrica: Apartheid
Y la lista puede seguir y seguir. Al parecer el hombre no aprende hasta que hay muertes en masa.
¿^Podrá el hombre cambiar sin que ocurran tragedias? esa es la pregunta
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