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Hoy día, 15 de septiembre, en su natal Florencia, ha muerto finalmente tras padecer y luchar durante años contra un cáncer mamario, la gran escritora y periodista italiana Oriana Fallaci. Se trata de una gran pérdida para el mundo, porque esta mujer, poseedora de una inteligencia y un sentido común tan escaso en nuestros tiempos, amén de una valentía y coherencia como pocos, nos regaló una serie de libros que ilustran muy bien los graves errores que están matando a nuestra sociedad actual. Como una abanderada de lo anti-políticamente correcto, sus opiniones abren los ojos y las mentes adormecidas por lo que los medios de comunicación, curiosamente coludidos entre sí, tratan de hacernos creer día a día.
Oriana Fallaci nació en Florencia el 29 de junio de 1929, en el seno de una humilde familia cuyo jefe era un albañil. Tuvo 3 hermanas, una de ellas adoptada. Su padre Edoardo fue un activo antifascista durante el gobierno de Mussolini, y ella misma, a sus 14 años, participó como voluntaria en la resistencia italiana de Toscana contra los nazis que la ocupaban. Estudió Medicina en la Universidad de Florencia gracias a varias becas, pero pronto abandonó su carrera para ingresar a Periodismo y desarrollar su pasión, escribir. Se inició en la revista "Europeo", en 1954, y posteriormente trabajó como corresponsal de guerra en Vietnam, India y Pakistán, Oriente Medio y Latinoamérica, hasta la Guerra del Golfo de 1991. Como afamada entrevistadora, le correspondió interrogar a grandes personajes históricos como Henry Kissinger, Ali Bhutto, Mao Tse Tung, Jomeini, Kadaffi, Indira Gandhi, Golda Meir, Arafat y el Dalai Lama, uno de sus entrevistados más queridos. Oriana Fallaci, para sus trabajos, partía de la hipótesis de que en una entrevista lo que cuenta no son las preguntas sino las respuestas: "Si una persona tiene talento, se le puede preguntar la cosa más trivial del mundo: siempre responderá de modo brillante y profundo. Si una persona es mediocre, se le puede plantear la pregunta más inteligente del mundo: responderá siempre de manera mediocre". En octubre de 1968 durante la celebración de los Juegos Olímpicos de México, resultó herida de gravedad cuando la policía disparó contra una manifestación pacífica en la que participaban unos 5.000 estudiantes en la Plaza de Tlatelolco.Fallaci recibió tres disparos, uno de ellos próximo a la columna vertebral por lo que permaneció varios meses en una silla de ruedas.

Entre 1973 y 1976 convivió con su única pareja, el revolucionario griego Alekos Panagoulis, opositor al gobierno de Papadopoulos. No tuvo hijos, y su pareja fue asesinada en una calle de Atenas.

Escribió varios libros: "Penélope en la Guerra" (1963), "Entrevista con la Historia" (1974); "Carta a un niño que no nació" (1975); "Un hombre" (1979) e "Inshallah" (1982). Tras un largo silencio, matizado por la aparición de un cáncer mamario contra el que combatió sus últimos 15 años, y su "exilio voluntario" en Nueva York, hastiada del curso que estaba tomando la política y la sociedad de su pais, escribió sus 3 últimos libros entre 2001 y 2004. El detonante de esta interrupción a un largo silencio fue motivada por el atentado a las Torres Gemelas, situación ocurrida a cuadras de su casa en Manhattan. Escribió entonces un largo artículo periodístico y luego un libro llamado "La Rabia y el Orgullo" (2002) en donde cuestiona la lenta y progresiva ocupación física y cultural de Europa por parte de inmigrantes musulmanes, ante la indiferencia de los líderes europeos de Occidente. Esta tesis es profundizada en "La Fuerza de la Razón" (2004), donde apunta, segun un análisis de Ignacio San Miguel " que se haya llegado a esta situación, hay que achacarlo al predominio de ideologías izquierdistas en Occidente desde hace cerca de medio siglo. La reducción de la tasa de natalidad en Occidente, mediante anticonceptivos y aborto, así como la legalización de este último, debe atribuirse a estas ideologías dependientes del marxismo cultural. En el caso del aborto, a la variante feminista. Este predominio de la ideología de izquierdas conduce al derrotismo de Occidente antes las fuerzas adversas. Pues la izquierda odia a Occidente, odia el capitalismo, odia el individualismo, lo que le lleva necesariamente a simpatizar con el Islam, que participa de esos odios. Se produce, entonces, la paradoja de una conjunción de un fundamentalismo religioso con un laicismo irreligioso. Pero es que la izquierda no ve todavía próximo el peligro de la islamización (o si lo ve, no le importa mucho). Es más, sustenta la idea suicida de que acabará contagiando de su laicismo a los musulmanes. Ahora lo que le apremia es acabar con los residuos de fe cristiana tradicional, acabar con el tradicional concepto de “Occidente”. Se da también otra paradoja respecto del capitalismo, del cual la izquierda siempre ha sido enemiga. Ahora, habiendo fracasado clamorosamente en su demolición, se han infiltrado ideológicamente en el mismo, con tanto éxito que hoy en día habría que saber si es mayor o menor el número de los capitalistas de izquierda que el de los de derecha."

En su ultimo libro "Entrevista a mi misma" (2005), tras repasar diversas anecdotas de su vida periodística y personal, analiza con preocupación "el cáncer moral que aflige a Occidente", citando numerosos ejemplos y haciendo un paralelismo con su propio cáncer. En el critica el pacifismo hipócrita, el rol permisivo de la Iglesia Católica, el antiamericanismo europeo y el intento de parte de este continente de borrar sus raíces judeo-cristianas. Y ello, pese a confesarse una atea-cristiana, es decir, una atea con gran respeto por los principios y valores de la cultura cristiana.

Estos libros resultan imprescindibles para quien desee obtener una visión clara y precisa de nuestro mundo actual, hacia donde éste se dirige y qué podemos hacer para mejorar nuestro destino. En resumen, para abrir los ojos.

# posted by cristian @ 4:25 PM