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COMENTARIO:
EL LIBRO NEGRO DE NUESTRA EDUCACION
PEDRO GODOY P.






En estos tiempos en los que todos pretenden poseer recetas mágicas para mejorar la educación chilena, incluso aquellos que han tenido todo para mejorarla en estos 16 años y simplemente no lo han hecho, vale la pena escuchar voces autorizadas que den a conocer un discurso no politizado y, por lo tanto, más certero, al respecto. Este es el caso del libro llamado "Libro Negro de nuestra Educación", publicado en enero de 2006 por el profesor Pedro Godoy P.
Este profesor y Cientista Social, miembro del CEDECH (Centro de Estudios Chilenos) expone en su pequeño libro de 167 páginas y conformado por numerosos capítulos de 2-3 páginas cada uno, un crudo análisis acerca de las razones de la crisis educacional que hizo explosión en mayo pasado. Y concluye en aspectos que no son jamás mencionados en la discusión politizada a la que uno asiste por parte de muchos opinantes oficiales. Pese a haber sido exonerado por el Gobierno Militar en 1975, en su análisis no deja espacio al resentimiento ni a la venganza, ya que atribuye principalmente los graves defectos de la educación, no al gobierno que lo exoneró, sino que a medidas absurdas tomadas durante los 16 años de Concertación, en especial por la ex ministra Mariana Aylwin.
Si noto interés en el tema, más adelante me gustaría detallar el interesante análisis presentado en este libro, pero en este post transcribiré algunos conceptos vertidos en uno de sus capítulos, como muestra de su analisis:

"60 de cada 100 alumnos de planteles municipalizados obtienen puntajes deprimidos en la PAA. Dicho de otro modo, 61% ostenta menos de 450 puntos. La hecatombe es de tal envergadura que los expertos del MINEDUC prefieren el silencio (N. de la R. ésto fue escrito antes de los paros de mayo-junio). Ya no es posible culpar a la "dictadura" de la catástrofe, pues los alumnos son hechura del "progresista" MECE y de la "modernizadora" Reforma. Dicho de otro modo, todos cursan EGB y EM bajo la "democracia". Los resultados son "decepcionantes y preocupantes" según el rector de la U. de Chile.
"Peor que eso, las aulas públicas son hoy precipitadas a la chatura por las tesis foráneas. Estas tesis- ya fracasadas en sus paises de origen- son banderolas de la cartera de Educación. Niegan la importancia en sí de la materia de estudio. Relajan la disciplina . Convierten los Centros de Padres en sindicatos. Legitiman las eximiciones masivas y las promociones automáticas. Insisten en retener a todos en el sistema perjudicando a los competentes. El educador entonces marcha al ritmo de quienes son adversos al rigor y adscritos a la ley del menor esfuerzo. El paradigma del discurso es "aprender a aprender". Cero logros. Testimonios: SIMCE, TIMSS, PAA y ahora PSU"(páginas 122-123).
En este libro se pueden leer opiniones técnicas aterrizadas y mostradas desde el punto de vista del profesor enfrentado a la actual realidad educacional. Pero se trata de un enfoque técnico, muy distinto de aquél que se puede obtener, por ejemplo, del Colegio de Profesores, presidido por el comunista Jorge Pavez, pues segun Godoy, "este gremio absorbe peligrosas tradiciones del sindicalismo obrero. No logra sacudirse de la partidocracia", y tiene como eje el economicismo, es decir," todas las batallas -salvo excepciones-del Colegio de Profesores A.G. son salariales". (página 114)
Ambos defectos, de acuerdo al autor, desdibujan y neutralizan a esta entidad como fuente de propuestas técnicas que debiera mostrar frente a los problemas de la educación.
Ahora bien, el autor atribuye algunas falencias específicas de la actual educación a medidas implementadas durante el Gobierno Militar, sin embargo se agradece que estas críticas las hace desde un punto de vista técnico y desprovisto de contaminación ideológica marxista, a diferencia de la mayoría de los análisis propiciados por varios sectores que dicen tener la clave de la solución de la educación chilena.
Y la famosa y casi imprescindible LOCE no aparece ni nombrada en este análisis de este libro, lo que demuestra una vez más que la petición su derogación es una simple artimaña politica comunista que no busca solucionar el fondo del problema, y confirma que su derogación no asegurará para nada una mejor educación.
En resumen, un libro indispensable si se quiere obtener una visión interesante y no politizada de los problemas por los que atravieza nuestra educación y recomendable para los profesores, en particular, dado que la problemática está enfocada desde su punto de vista.
P.D. Otro interesante enfoque del tema y sus peligrosos prejuicios ideológicos se puede leer en la columna de opinión, en La Tercera del domingo 15 de octubre, por parte de Cristián Larroulet.