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UN AMIGO MENOS PARA CHILE



Con extrema celeridad, esta madrugada fue detenido en Chile Alberto Fujimori. A pocas horas de llegar a Chile en forma arriesgada e imprudente (olvidó quiénes gobiernan nuestro país), el presidente peruano durante el período 1990-2000 fue apresado debido a una orden de captura internacional. Tal vez Fujimori pensó que Chile lo trataría con más delicadeza, dadas las excelentes relaciones diplomáticas que mantuvieron Chile y Perú durante su período de gobierno, en el que se redujeron al mínimo los roces, se trató con buena voluntad por su parte el complejo asunto de las armas vendidas por Chile a Ecuador en 1995, no hubo reclamos limítrofes ni imprudentes medidas como las que Toledo, presidente izquierdista, acaba de tomar contra Chile con fines electorales.
Tal vez Fujimori pensó que, si Chile había sido tan condescendiente en el pasado con Erich Honecker, dictador de la Alemania Oriental entre 1971 y 1989, ideólogo del Muro de Berlín que puso al mundo al borde de una guerra nuclear y separó por años, sin ninguna misericordia, a familias que vivían a uno u otro lado de una calle, y responsable de dar las órdenes por las que se ejecutaron a 192 personas por intentar atravezar dicho muro, y le permitió vivir apaciblemente sus últimos años en Chile pese a los requerimientos de Alemania para juzgarlo; también podría ser un poco más amable con un gobernante amigo de Chile. Se equivocó. En Chile, antes que la lealtad y agradecimiento hacia la patria, está la lealtad hacia las ideas izquierdistas.
¿Cuál fue el gran pecado de Fujimori? El combatir y derrotar sin vacilación a los grupos terroristas como Sendero Luminoso y Tupac Amaru, de quienes limpió al Perú en su gobierno. Los mismos grupos que, en las sierras de Ayacucho, llegaban a un pueblo campesino y fusilaban a todo aquél que no los ayudara o les fuera contrario, colocaban bombas contra el que le tocara o secuestraran a personeros ilustres del país en una embajada extranjera. Tuvo Fujimori la desfachatez de no respetar los derechos de estos "luchadores de los pobres", que atacaban a su misma clase campesina (? !) y devolver así la paz interna a su país. Eso, bajo el prisma socialista, es imperdonable.
¿Creen ustedes que las denuncias de corrupción y compra de influencias políticas en la que cayó Vladimiro Montecinos, oscuro asesor de Fujimori, es lo importante para extraditarlo? ¿se recuerdan del presidente Alan García, antecesor de Fujimori, juzgado por corrupción y que después se presentó igual como candidato a presidente? No, si el problema, lo imperdonable de Fujimori, es que hizo lo que cualquier presidente con dos dedos de frente debe hacer: derrotar y perseguir a los delincuentes comunes, aunque se escondan bajo el eufemismo de "delincuentes políticos".
El problema es que no sería raro que, ante el caos que vive Perú, Fujimori sea reelecto en el futuro como presidente ¿por qué no? ¿Y cómo mirará entonces al país que lo entregó con tanta celeridad? La política de la Concertación con respecto a Honecker sirvió para que Chile quedara bien parado ante la URSS (que estaba agonizando en esa época), pero esta, ¿qué problemas nos traerá en el futuro con nuestro vecino Perú?