Saturday, February 11, 2006

 


OCCIDENTE AMARRADO: ABRAMOS LOS OJOS

Esta imagen de una persona que se ha amarrado completamente a sí misma, sin capacidad de moverse ni de defenderse, mirándonos con cara de estúpido en vez de angustiado o preocupado por esta situación en la que se encuentra, constituye el mejor reflejo de cómo se encuentra nuestra civilización cristiano-occidental hoy en día.
La historia es inalterable en lo que respecta al pasado; sólo su proyección al futuro es susceptible de ser modificada. La cuna de nuestra civilización occidental proviene de la confluencia de tres grandes aportes culturales: el acerbo grecorromano, el judeo-cristiano, y las tradiciones de los pueblos "bárbaros", celtas y eslavos, que habitaron gran parte de Europa en forma previa y contemporánea a griegos y romanos. Esta mezcla se transformó, a partir de la Edad Media, en la Europa que conocemos. Y esta Europa nos descubrió y conquistó a los paises americanos, imponiéndonos en gran parte elementos muy importantes que, mezclados con otros elementos indígenas de base, conformaron nuestra cultura americana. La religión católica preponderante, nuestros idiomas de origen latino o germánico, la organización política de los países del Nuevo Mundo, son herencia cultural occidental. Este concepto se mantuvo con meridiana claridad durante largos siglos, y sólo en los últimos años, ha surgido la gran confusión de conceptos que inunda nuestra sociedad en estos momentos. En la Edad Media, una unanimidad de criterios llevó a enfrentar con las armas intentos por incorporar elementos culturales básicos ajenos a nuestra civilización, que intentaron imponerse por la fuerza: así, en el 732 d.c., Carlos Martel, en la histórica Batalla de Poitiers, detuvo el intento musulmán de invadir Europa y Francia en particular, tras haberse apoderado por la fuerza de España unos años antes. Y los propios españoles, conscientes de su pertenencia a esta civilización, lucharon durante más de 700 años contra los musulmanes para librarse de ellos, sin descanso, hasta conseguirlo finalmente en 1492. Por otro lado, las fieras luchas de los reinos cristianos de Hungría se opusieron al intento turco musulmán de invadir Europa por el Este, desde el siglo XIII. Las Cruzadas, no obstante los abusos y ambiciones que las empañaron en parte, lograron una férrea unión y una gran participación movidas por un sentido de pertenencia y unidad religiosa y cultural, con un espíritu que llevó incluso a que un gran número de niños se organizara espontáneamente para ofrecerse a reconquistar los Santos Lugares.
¿Qué hay ahora al respecto? ¿con qué nos encontramos al inicio del siglo XXI? Con un cuadro patético. Una sociedad europea occidental que reniega de sus orígenes, tratando de lograr lo imposible: engañar a la historia. Ignorando su origen cristiano, intentando por ley prohibir los símbolos religiosos tradicionales en las escuelas, como el caso de los crucifijos en Francia, para equiparar y agradar a la misma minoría religiosa que se combatió por tantos años, y que intenta imponer su religión más allá de sus países de origen. Algo tan absurdo como si una minoría cristiana en un país árabe exigiera a dicho país suprimir el uso del velo a las mujeres musulmanas o presionara para que se celebrara como festivo la Navidad o la Semana Santa en uno de dichos países. Algo así, aparte de absurdo, sería inimaginable, porque si de algo deben enorgullecerse los musulmanes, es de la adhesión completa que tienen a su fe y a su cultura derivada de ella, , de la que nunca se avergonzarían, como ocurre con los países cristianos de Occidente.
Nos encontramos con una serie de "Nuevos Mandamientos" (ver Los nuevos 10 mandamientos), ajenos a aquéllos de la doctrina cristiana, impuestos no se sabe de verdad por quiénes, como por ejemplo la democracia como dogma, la tolerancia a cualquier cosa, la incapacidad de discriminar tendencias o situaciones, la dictadura de las minorías, las limitaciones para incluso calificar a otros pueblos o culturas so pena de ser catalogados como racistas o xenófobos, en fin, con una serie de amarres que le impiden reaccionar como civilización ante las amenazas que la rodean y llevándola a una confusión de ideas tan severa y a una desorientación tan grande que parece resumirse en la frase: " está bien, acepto todo lo que me digan, con tal de que me dejen tranquilo disfrutar de mis comodidades de hoy" .Pareciera que la consigna actual fuera: "si algunos son ciegos en nuestra sociedad, lo razonable es que todos nos saquemos los ojos para estar en las mismas condiciones que ellos". El europeo actual acepta que una minoría atea o musulmana imponga un veto sobre las manifestaciones religiosas tradicionales de una mayoría histórica y aun actual; acepta que desviaciones sexuales originadas muchas veces en traumas sicológicos infantiles se transformen en conductas normales y aceptadas, incluso, dignas de difusión y propaganda; acepta que sus países se vean copados de extranjeros de origen musulmán o africano, cuyo aporte tecnológico o social es escaso, y al mismo tiempo debe aceptar pasivamente los arranques de ira de estos invitados, los que se manifiestan en colocar bombas en los metros o buses , quemar embajadas occidentales, o provocar desmanes y destrucción de comercios o vehículos durante días enteros , como ocurrió hace unos meses en Francia o Alemania, con reacciones tibias o neutras por parte de sus gobiernos; aceptar que líderes religiosos fanáticos minoritarios que viven y usufructan de estos paises europeos, llamen a matar a cualquier habitante de éstos que haga una caricatura de Mahoma, por ejemplo, mientras se pueden escribir libros o rodar películas poniendo en duda la vida o el mensaje de Cristo o la Virgen María, sin ningún tipo de rechazo posible dentro de los mismos países cuya cultura viene de este origen cristiano, so riesgo de ser calificados como "fundamentalistas". Caer en la confusión de pensar que la democracia, una simple forma de organizarse políticamente que ha inventado el hombre, es un fin en sí mismo y no un medio para buscar una mejor convivencia social , negando cualquier posibilidad de crítica a la misma e imposibilitando de este modo su perfeccionamiento.
En fin, la sociedad Occidental se ha amarrado a sí misma. Sus propios preceptos recientes, que no son los originales, la están dejando indefensa, inerme, sin rumbo, sin capacidad de reacción, condenada al embate del viento más fuerte. Hay unos pocos visionarios, que ven más allá de sus narices, y en medio de descalificaciones y amenazas se atreven a advertirlo, como la periodista italiana Oriana Fallaci, cuyos libros comentaremos en otra ocasión.
¿Es todo esto casualidad, o está siendo planificado así? Abramos los ojos.

Comments:
El mundo va para otro lado.
no para donde quieres tú.

Dios salve a Alá.
 
Increible....pero es cierto lo que dices...
 
El fuego santo de nuestro Dios acabará con los ismaelitas. La ira de nuestro Dios -expresada en los venerables misiles que descansan en los silos nucleares-, está a punto de manifestarse. Confiémos en nuestros ejércitos tanto como en Jehová de los Ejércitos. El choque de estas dos culturas, qué digo, de estos dos dioses, Alá y Jehová, está por comenzar.

Ganará, por supuesto, el verdadero.

El más justo y eterno.

No ese aparecido en la tardía edad media.

IN F-16 WE TRUST!
 
Muy cierto todo.
En el fondo, Occidente parece ser la única civilización que ha llevado la autoflagelación casi al extremo del suicidio. Creo que quien mejor representa la lamentable situación que describes es José Luis Rodríguez Zapatero, que ha sido abiertamente hostil con la Iglesia en España pero que al mismo tiempo le da fondos fiscales a las agrupaciones islámicas. Ahora, con el Estatuto de Cataluña y con su actitud de mendigar una tregua con la ETA, está dando una clase magistral de cómo se puede usar la democracia para destruir a una nación.
 
Andrea Z. :¿no te parece suficiente motivo para tener desconfianza de los musulmanes que aceptan la Jihad sus manifestaciones a eliminar a los infieles, sus reacciones a las caricaturas de Mahoma, sus quemas de embajadas y sus repetidas "inmolaciones" con bombas colocadas en sus cuerpos, dirigidas contra cualquiera? Tengo claro que no todos los musulmanes son partidarios de la interpretación de la Jihad, incluso aquí en Chile ha habido una convivencia pacífica desde siempre con ellos por lo mismo,muchos han sido un aporte al desarrollo del país, pero ¿pasa lo mismo en Europa? ¿puede allá confiar en uno de ellos que vive al lado tuyo , si puede estar pensando en matarte, como ocurrió con los "normales e integrados" musulmanes que atentaron en Londres o Madrid, cuya nacionalidad era inglesa, estudiaron y trabajaban en Inglaterra, eran tratados normalmente previo a esto, tenían hijos y esposa, y decidieron un buen día matarse y matar ingleses o españoles al azar? Así es que no lo tomes como algo personal, yo me imagino que tú no pondrías una bomba aquí en Chile para ganarte el cielo. ¿ o no ? Pero, ¿puedes poner tu mano al fuego por tus correligionarios de Europa o Medio Oriente?
Ahora, si los musulmanes piensan que Occidente ex cristiano es una podredumbre moral, no dejo de hallarles razón. Países como Holanda, por ejemplo, es un ejemplo de las aberraciones morales institucionalizadas, la cristiandad tiene mucho que corregir, pero ¿sólo por eso mandarlos matar? Es como si las feministas cristianas ordenaran matar cualquier musulmán , en cualquier parte del mundo, sólo porque el Islam las obliga a usar burkas ¿injusto, no?
Y Europa les ha abierto las puertas y sus oportunidades a muchos musulmanes que huyen de sus paises de origen, yo diría con mucha mayor facilidad que a un honrado profesional latinoamericano que intente labrarse un futuro allá, o incluso, un ejemplo más venial, a un futbolista chileno como Mark González, a quien se le impide trabajar en Inglaterra, estando lleno de musulmanes en la misma actividad desempeñándose con toda tranquilidad allá mismo.
Así es que, no se debe ser malagradecido. Si no les gusta el estilo de vida de Occidente, que no se vayan para allá, pero no acepto que vayan, profiten de sus beneficios y luego, maten a sus habitantes porque sí.
Andrea Z. , tengo toda la razón. No busques elementos emocionales baratos para desacreditarme. Mis razones son profundas, no soy un comerciante textil de origen extranjero que teme a la competencia árabe instalada en Chile. Mis motivos son de fondo.
Me gusta la convivencia pacífica entre culturas.Y quien está rompiendo está regla, y esto es indiscutible, son algunos musulmanes. Lo malo es que no llevan una lucecita roja en la cara que diga: "yo quiero matarte, infiel". DE modo que , lamentablemente, pagan justos por pecadores.
 
Efectivamente no a los DOGMAS !!!.Son los dogmas los que tienen al ser humano amarrado, como muestras en la foto.
Son los dogmas los que provocan hoy en dia el odio entre las religiones,entre paises,entre nosotros.
Cualquier dogma es la mas aberrante de las aberraciones,valga la redundancia.
 
No voy a ser tan simplista como para despreciar a todas las religiones. Sólo son despreciables y son peligrosamente dogmáticas aquéllas religiones que ordenan matar al que no las profesa, y el catolicismo, al igual que la gran mayoría de otras religiones, NO ORDENA MATAR A LOS QUE NO LO SON. Así es que no se trata de meter a todas las religiones en el mismo saco para quedar bien con todos o tratar de parecer ecuánime.
 
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